El déficit exterior equivale ya al 7,5% del PIB tras batir un nuevo récord hasta junio
La crisis exportadora y la caída de ingresos del turismo elevan el 'agujero' a 33.125 millones
El déficit exterior, principal amenaza para la economía española, alcanzó un récord en el primer semestre. La balanza por cuenta corriente (mide la diferencia entre los ingresos y pagos al exterior por intercambio de mercancías, servicios, rentas y transferencias) tuvo un saldo negativo de 33.125 millones de euros, un 77,6% más que en igual periodo del año pasado. Este agujero supone ya el 7,5% del PIB semestral, frente al 5,3% de 2004. El alza del crudo y la debilidad exportadora, que muestra una pérdida de competitividad, no se vieron compensados por el turismo, cuyo superávit se redujo el 10,9%.
La crisis que atraviesa el sector exterior constituye, junto con la inflación, el gran problema que afronta la quinta economía europea y, mes a mes, va a peor. Pese a que el Gobierno ha situado la mejora de la competitividad como su principal objetivo económico, los empresarios encuentran cada vez más dificultades para exportar sus mercancías, mientras el turismo -tradicionalmente una máquina de ingresar dinero del exterior que compensaba otras carencias- muestra signos de flaqueza. Incluso en pleno junio, cuando se inicia la temporada de vacaciones, el superávit de este sector disminuyó un 5,6% respecto a igual mes de 2004.
El conjunto de la economía española arrojó en junio un déficit por cuenta corriente de 7.085 millones de euros, frente a los 4.934 millones registrados en junio de 2004, todo un récord para un solo mes, según los datos publicados ayer por el Banco de España. El resultado es otro máximo histórico para los seis primeros meses del año, con un déficit acumulado de 33.125 millones, frente a los 18.653 millones del mismo periodo del año pasado.
Este fuerte incremento se debe, principalmente, al aumento del déficit comercial (diferencia entre el valor de las importaciones y las exportaciones), que casi se dobló, al incrementarse un 43,2% en el primer semestre, sumando 32.729 millones, por la crisis de las exportaciones. Éstas apenas se incrementaron un 2,8%, frente al 12,3% que crecieron las importaciones, gracias a la fortaleza de la demanda interna (consumo de empresas y hogares). "El déficit exterior está alcanzando niveles que jamás imaginábamos", explicó ayer Meritxell Soler, de Analistas Financieros Internacionales, a Bloomberg. "Y no hay nada que podamos hacer mientras las familias continúen gastando", añadió.
Esta situación se debe fundamentalmente a la crisis de demanda de los principales clientes de España (Francia y Alemania) y al alza de las compras al exterior motivada por el aumento del consumo privado de la economía, cuyo PIB sigue creciendo por encima de la media europea (un 3,4% anual en el segundo trimestre, frente al 1,1% de la media de la zona euro). Además, la escalada del precio del petróleo ha encarecido la importación de productos energéticos. El superávit por turismo no pudo compensar como era tradicional el déficit comercial, ya que se redujo un 10,9%, hasta 10.059 millones.
Si este ritmo continúa, la economía española superará mucho antes de que acabe el año el déficit exterior que registró durante todo el ejercicio pasado, que fue de 44.451 millones, es decir, un 5,3% del PIB. El peso de ese agujero no ha dejado de crecer en los últimos meses: si en el primer semestre de 2004 el déficit exterior representaba un 4,58% del PIB, entre enero y junio de este año alcanzaba ya el 7,5% del PIB del semestre. Ni siquiera Estados Unidos, cuyo elevado déficit exterior ha hecho saltar todas las alarmas por la amenaza que supone para la estabilidad económica internacional, arrastra esa carga (equivale al 5% del PIB).
Salida de la inversión
Además, la necesidad de financiación de la economía española (saldo agregado de las cuentas corriente y de capital) fue casi el doble que la contabilizada de enero a junio de 2004: 29.226 millones de euros en los seis primeros meses de 2005, frente a los 14.627 millones de igual periodo del año pasado.
La inversión también se resiente. Las inversiones directas hasta junio dieron lugar a flujos netos de salida de 9.353 millones, casi el doble que en el mismo periodo de 2004. Las inversiones directas de España en el exterior registraron salidas de 15.085 millones, que superaron ampliamente las entradas de las del exterior en España (5.732 millones). Sin embargo, las inversiones de cartera dieron lugar a flujos netos de entrada, por valor de 51.858 millones, más del doble que en 2004.
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