Fujimori prepara su regreso a Perú

El ex presidente peruano Alberto Fujimori ha dado un paso más en su anunciado intento de concurrir a las elecciones presidenciales de su país en abril de 2006. El martes recogió en el consulado peruano en Tokio, donde está refugiado tras huir de Perú entre acusaciones de corrupción, un nuevo pasaporte. Con él podría viajar de regreso a Lima tras cinco años de exilio voluntario en Japón, de donde es originaria su familia.

Fujimori solicitó también su documento nacional de identidad, con el que ya cuenta desde hace un par de meses, con el cual puede concurrir a los comicios con los que quiere volver a conquistar la jefatura de Estado peruana. Si ésa es su intención, debe presentar su candidatura antes de la fecha límite del próximo enero, tras lo cual los funcionarios electorales podrán pronunciarse sobre la validez de su participación.

Fujimori tiene 22 causas judiciales pendientes en Perú, entre ellas, delitos de lesa humanidad

La vida de Fujimori tomó tintes rocambolescos cuando tras asistir a un foro internacional en Brunei viajó a Japón, desde cuya capital comunicó en noviembre de 2000, supuestamente desde el fax de un hotel, su abandono de la presidencia cuando estaba en el centro de un escándalo de corrupción que acabó con sus tres mandatos continuados (1990-2000).

A pesar de ser buscado por la justicia peruana y por la Interpol debido a que tiene 22 procesos judiciales pendientes, Fujimori no está inactivo en Tokio. Desde allí hace el programa de radio La Hora del Chino -apelativo con el que le conocen sus paisanos-, emitido en el país andino a través de emisoras locales, y su página web, su otra vía favorita de comunicarse con la opinión pública. Los sondeos revelan que aún cuenta una intención de voto de un 20%.

En Japón, Fujimori es amigo del polémico populista y nacionalista gobernador de Tokio, Shintaro Ishihara. No aparece por las fiestas de lujo, frecuenta restaurantes de Soba, una pasta nipona muy popular, y conduce un sedán Toyota negro con las lunas tintadas. Se aloja en Tokio en un céntrico hotel propiedad de su novia, la japonesa Satomi Kataoka, de unos cuarenta años, dueña de varios inmuebles y con la que se dijo que se casaría a comienzos del próximo noviembre. Kataoka, es autora de dos libros en los que idealiza el pasado imperialista nipón, y, según publicó el diario limeño Correo, tiene lazos con la mafia japonesa, la Yakuza, gracias a la cual se supone que el Chino vive "financiado y protegido".

El ex presidente acudió acompañado de su hijo Kenji y miembros de su guardia personal al consulado peruano en Tokio, en el que "guardó su turno" y se comportó "de forma muy correcta y civilizada", según el cónsul general peruano en Japón, Héctor Matallana, quien recordó que, según la Constitución, las autoridades peruanas sólo pueden denegar el pasaporte a los condenados y a los que renuncien voluntariamente a él.

Su presencia en el recinto consular fue filmada. En la cinta, Fujimori muestra a la cámara su nuevo pasaporte. "Ésta es la prueba evidente de que soy cien por cien peruano y de que estoy en condiciones de prepararme para el próximo año", dice, y añade que su regreso se producirá "muy pronto". En Perú es acusado de ser autor intelectual de delitos de lesa humanidad por las masacres de Barrios Altos y la Universidad La Cantuta, perpetradas en Lima en 1991 y 1992 por el grupo paramilitar Colina, además de asociación ilícita para delinquir y desfalco.

Considerado por la ONU uno de los 10 líderes más corruptos del mundo, Fujimori tiene prohibido ejercer cargos públicos hasta el año 2010 en Perú, que ha presentado dos solicitudes de extradición a Japón. Este país alega que no puede entregarlo por ser ciudadano nipón y porque ambos Estados no tienen tratado de extradición.Fujimori afirma que es objeto de persecución política.