Agua que debiera unir
Así seguimos, despedazándonos en la disputa de unos escasos caudales en lugar de cooperar por encontrar una solución, haciéndoles el juego a oportunistas reyezuelos de taifas políticas, sociales y económicas. Todavía no somos conscientes de la aridez en qué moramos. Hay numerosos culpables, pero quizá lo peor sea que nuestro Govern encabece este uso político, en una maniobra que sólo abrirá más brecha entre Valencia y Alicante, agitando los fantasmas de los agravios hacia el sur.
Los trasvases casi se han convertido en dogma de fe y tachado de traidor quien discrepe. Sin embargo, más que de dónde, ¿lo importante no sería que llegara el agua, sin perjuicio medioambiental, rápidamente y a precios razonables? ¿Tanto cuesta poner un poco de voluntad para conseguir un gran acuerdo entre todos los valencianos? ¿Tanto cuesta dejar de seguir jugando a dividirnos.
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