ELSO acoge con satisfacción el Consejo Europeo de Investigación

La creación del Consejo Europeo de Financiación de la Investigación (ERC), una agencia independiente controlada por científicos, en el seno de la Unión Europea, es una buena noticia, aseguró la semana pasada en Dresde Kai Simons, presidente de la Sociedad Europea de Científicos de la Vida (ELSO, según sus siglas en inglés), durante el quinto congreso de la organización. Según Simons, en la primera fase del ERC probablemente los proyectos irán a parar únicamente a investigadores jóvenes. "Éste es el fruto de la presión que hemos hecho organizaciones como ELSO, la Organización Europea de Biología Molecular y la Fundación Europea de la Ciencia. Y puedo decir que funciona", aseguró Simons ante más de 500 biólogos, en su mayoría jóvenes.

Simons aseguró también que la burocracia del próximo programa marco de investigación, el FP 7, se simplificará para las redes de laboratorios y dio otra noticia, esta vez no tan buena. La reunión anual de ELSO pasa a partir de este año a ser bianual, debido a la falta de fondos de la organización para este fin, ya que desea volcarse en la estructuración de la carrera científica, que en Europa está en una muy mala situación, según Simons. ELSO ha establecido también una base de datos sobre mujeres científicas en el área de las ciencias de la vida con el fin de promocionar su participación en actividades profesionales.

Como invitado en este congreso de ELSO, Peter Agre, premio Nobel de Química en 2003, repasó los conocimientos actuales sobre los canales de la membrana celular por los que pasa el agua, formados por unas proteínas denominadas acuaporinas. Las implicaciones para la salud de los defectos en estas proteínas de membrana son muy numerosas, y algunas de ellas muy graves, como las cataratas congénitas o la tendencia a la deshidratación. En concreto, el llamado golpe de calor, que causa todos los años víctimas mortales durante el verano se relaciona con defectos en las acuaporinas y éstos con la edad.