Íñigo de Oriol dimite de la presidencia de Unesa entre acusaciones de traición

La tormenta eléctrica provocada por el asalto de Gas Natural sobre Endesa descargó ayer con "gran virulencia" sobre la patronal Unesa, según fuentes del sector. En una reunión a cara de perro entre los presidentes de las eléctricas, en la que el de Endesa, Manuel Pizarro, acusó de "deslealtad" al de Iberdrola, Íñigo de Oriol, por su alianza con Gas Natural para comprar activos de la empresa resultante, Oriol presentó su dimisión y ésta fue aceptada. Aunque el cargo está vacante, formalmente no ha habido renuncia: la bronca impidió que se levantara acta de la reunión. El presidente de La Caixa, Ricard Fornesa, sugirió que la gasista revisaría su oferta si Endesa reparte dividendo por la venta de sus acciones en Amena.

El comunicado de Unesa tiene siete líneas y sólo da cuenta de que la junta directiva no llegó a reunirse, de que ya se informará cuando se reúna y de que la oficina de prensa no comentaría nada. Y así fue.

Endesa había advertido de que no participaría en ninguna reunión de la patronal en el que estuviera presente Iberdrola. Sin embargo, Pizarro acudió a la cita de ayer. En un clima calificado de "muy tenso" por fuentes próximas a la reunión, el presidente de Endesa recordó a Oriol que, en 2003, cuando Gas Natural asaltó Iberdrola, Unesa se unió como una piña para defender a la segunda eléctrica y para criticar la posición de "dominio abusivo" que a su juicio dibujaba la operación. De ahí que, según fuentes del sector, el presidente de Endesa llegara a acusar a Oriol de "deslealtad" y de romper el sector. Oriol llegó a apelar a la memoria de su padre, José María de Oriol, factótum y presidente de Unesa durante más de 25 años.

El enfrentamiento "acabó salpicando al presidente de Hidrocantábrico y al de Unión Fenosa", Manuel Menéndez y Antonio Basagoiti. Ambos están molestos con Iberdrola por quedar fuera de juego, de forma "discriminatoria", en el reparto de activos pactados por ésta con Gas Natural.

Ponente de CiU para la OPA

Oriol llegó a sugerir que le reemplazara en la presidencia el vicepresidente de la patronal Pedro Rivero. La respuesta fue no. Se barajó también el nombre de Menéndez. No hubo acuerdo. No hay calendario para nuevas reuniones. La patronal está hecha trizas.

Mientras se enfrentaban los presidentes de las eléctricas, el consejo de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), en una reunión extraordinaria, tomó sus dos primeras decisiones sobre la OPA eléctrica, y por unanimidad. La primera, nombrar al catalán Sebastiá Ruscalleda como ponente de la OPA. Ruscalleda, designado por CiU, votó en 2003 a favor de la fusión de la gasista e Iberdrola. La segunda, que la CNE emitirá un informe vinculante sobre el impacto de la operación para las actividades reguladas. Gas Natural había solicitado eludir este informe porque quien lanza la OPA es la matriz, que no tiene actividades reguladas. "Estamos tranquilos", reaccionaron en la empresa tras la decisión.

Desde Valencia, Ricard Fornesa, presidente de La Caixa, accionista de Gas Natural, recordó que la oferta de la gasista "se hace sobre un conjunto" de activos. "Si se reparte uno", añadió en relación con la posibilidad de que Endesa distribuya un dividendo a cuenta de la venta de sus acciones en Amena, "faltaría un sumando" y sería "natural" reconsiderar el precio de la oferta. Fornesa reiteró su interés por aunar esfuerzos con Caja Madrid, accionista de Endesa, en la compra de la eléctrica, "porque nuestras relaciones son tensas, pero fraternas".

Por otra parte, el grupo eléctrico italiano Enel ha presentado una oferta por el 35% del capital de la firma francesa Snet que no está controlado por Endesa. Endesa, que posee el 65% restante, se podría ver obligada a vender esta participación en caso de que la OPA de Gas Natural tuviera éxito.