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Reportaje:

11-S bajo la sombra del Katrina

EE UU recuerda los atentados bajo el impacto de la tragedia del huracán

Aún sobrecogidos por la brutalidad de la devastación causada por el huracán Katrina en el sur, los estadounidenses recordaron ayer con solemnidad y tristeza, los atentados terroristas que hace cuatro años mataron a casi 3.000 personas en Nueva York y Washington. De nuevo el eco de los nombres de las víctimas, leídos por 600 familiares, resonó en la Zona Cero de Manhattan; el Pentágono se abrió al público para rendir homenaje a sus 184 muertos, y autoridades y familias se concentraron en Shanksville, Pensilvania, en el lugar en el que se estrelló el tercer avión gracias a la resistencia de sus 40 pasajeros y de la tripulación contra los secuestradores.

En el lugar más simbólico, Nueva York, la ciudad no quiere que el paso del tiempo y otras tragedias le hagan olvidar. "De nuevo estamos en una ciudad que se reúne en la tristeza. Hemos venido aquí para recordar a los que perdimos", dijo el alcalde, Michael Bloomberg; Como en los anteriores aniversarios, entre las 8.46 y las 10.29 se guardaron los cuatro minutos de silencio que marcan los impactos y el derrumbe de las Torres Gemelas en la Zona Cero, en memoria de las 2.749 víctimas de los atentados suicidas. Cientos de hermanos y hermanas de los que perdieron la vida leyeron los nombres y lanzaron sus mensajes: "Nunca olvidados, siempre recordados".

Se guardaron cuatro minutos de silencio coincidiendo con los impactos y la caída de las torres

De noche, dos haces de luces se proyectaron en el cielo de Manhattan desde el lugar en el que se alzaban las torres y donde ahora empieza la construcción de la Torre de la Libertad, un edificio conmemorativo y comercial cuya inauguración está prevista para 2011. En el acto participó el ex alcalde de la ciudad, Rudy Giuliani.

En Washington, el presidente George W. Bush y el vicepresidente Dick Cheney, acompañados por sus esposas y decenas de miembros del Gobierno, guardaron un minuto de silencio en los jardines de la Casa Blanca también a las 8.46, en el momento en el que el primer avión chocó contra una de las torres. En el cementerio de Arlington, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, dio un tono más guerrero: "Me gustaría poder decir que nos reunimos para conmemorar un peligro pasado. Pero no es posible; el enemigo, aunque seriamente debilitado, sigue preparando atentados, y el peligro que supone para el mundo libre es real".

Aunque varios cientos de personas se congregaron en la Zona Cero bajo un cielo limpio y azul como el que había hace cuatro años, muchos familiares recordaron el drama desde sus casas, en privado. Y a pesar de que decenas de miles de estadounidenses participaron en ceremonias en todo el país, este cuarto aniversario se vive con menos intensidad. Nueva York se altera menos, emocionalmente, que en años anteriores. Los musicales de Broadway abren sus puertas como si fuera un día normal y la industria de la moda luce sus galas en los desfiles del Bryant Park. Los bares de la ciudad -como los cuartos de estar de medio país- se llenaron de jóvenes y menos jóvenes para ver en directo el comienzo de la liga de fútbol americano: el hecho de que la temporada arrancara ayer -y en la cadena Fox, la más patriótica, que eligió la jornada para lanzar el principio de la temporada de Los Simpson- es otro símbolo de que el 11-S es ya casi historia.

No es sólo el paso del tiempo; la mayoría de los estadounidenses están más concentrados desde hace dos semanas en otras víctimas: las del Katrina y los cientos de miles de ciudadanos que se han quedado sin hogar en la costa del golfo de México. "Nuestra solidaridad más profunda está con vosotros", dijo el alcalde Bloomberg, que también tuvo palabras de recuerdo para los que murieron en los atentados de Londres.

Familiares de las víctimas llenan de flores un estanque donde estuvo la Torre Norte del World Trade Center.
Familiares de las víctimas llenan de flores un estanque donde estuvo la Torre Norte del World Trade Center.REUTERS

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