El nuevo Reglamento de la Cámara se aprobará por lectura única si los grupos logran el acuerdo

Esta semana puede ser decisiva para desbloquear asuntos en los que los partidos andaluces llevan enfrascados varios meses. Uno de ellos es el Consejo Audiovisual y el otro es el nuevo Reglamento de la Cámara, ahora en fase de discusión en comisión parlamentaria. No obstante, si PSOE y Partido Popular llegan a un acuerdo político el Reglamento se aprobará en el pleno de finales de septiembre por lectura única, con lo que entraría en vigor inmediatamente, según reconocieron ayer los portavoces del grupo socialista, Manuel Gracia, y del grupo popular, Antonio Sanz.

Ni Gracia ni Sanz quisieron dar por cerrado nada, ya que aún quedan pendientes algunas negociaciones. La cautela de ambos también se debe al sólido muro de desconfianza que se alza entre los dos principales partidos de la comunidad, a raíz de múltiples y variados traspiés en sus relaciones políticas.

La proposición de ley del Reglamento es fruto del acuerdo entre el PSOE, Izquierda Unida y Partido Andalucista, a raíz del llamado pacto sobre el impulso democrático, del que PP decidió quedarse fuera.

A este texto, todos los grupos han presentado enmiendas, pero si hay acuerdo político con el PP, la decisión que se tomaría sería la de partir de cero: es decir retirar el texto que ya está registrado y presenta un único proyecto avalado por todos. Este procedimiento, lejos de retrasar la entrada en vigor de las nuevas normas, lo aceleraría, ya que al aprobarse por lectura única entraría en vigor inmediatamente.

"Si se llega a un acuerdo, el objetivo es aprobarlo por lectura única", dijeron ayer al unísono Manuel Gracia y Antonio Sanz. Los socialistas están dispuestos a introducir en el nuevo Reglamento otras novedades reclamadas por la oposición. Entre ellas figura la posibilidad de dirigir preguntas de máxima actualidad al presidente, de forma que hasta 48 horas antes del pleno -ahora el plazo es de nueve días- puedan registrarse. El PSOE era reacio a introducir esta mejora, pese a que antes de las elecciones autonómicas fue defendida por la entonces vicesecretaria general socialista y actual presidenta del Parlamento, Mar Moreno.

Además, el hecho de que no esté contemplado este trámite en el Reglamento no impide que los portavoces pregunten sobre asuntos de última hora al presidente de la Junta, cuyos asesores, por otra parte, suelen tener prevista esta eventualidad.

El PSOE también estaría dispuesto, si hay consenso a cuatro bandas, en introducir las interpelaciones de actualidad, otra iniciativa de control en manos de la oposición.

El nuevo texto en tramitación refuerza notablemente el papel de los grupos de la oposición, que protagonizarán el 57% de la sesión de control al Gobierno, frente al 30% actual. Otro de los aspectos más significativos es que por primera vez en un parlamento español los responsables de las empresas públicas participadas mayoritariamente por la administración tendrán que comparecer antes las comisiones de la Cámara a petición de cualquier grupo.

El Gobierno también estará obligado a dar información de todas las subvenciones, contratos públicos y de publicidad que suscriba con cualquier entidad o institución y se refuerza el derecho de los diputados a acceder o solicitar información de las dependencias de la Administración. El control de la publicidad institucional queda también amarrado en el Reglamento.

En lo que no hay acuerdo es en las comisiones de investigación, cuya creación dependerá de que así lo quiera la mayoría absoluta de la Cámara.

Estatuto

Por otro lado, la ponencia del Estatuto volverá a reunirse mañana martes para abordar los títulos referidos a la organización institucional de la comunidad, medio ambiente y medios de comunicación. Los socialistas esperan que en esta ocasión se puedan producir avances significativos, después de la frustrada reunión celebrada el pasado jueves en Carmona (Sevilla), donde los grupos fueron incapaces de dar por cerrado alguno de los 12 artículos del Título Preliminar.