Europa trabaja más fuera de casa
Menos del 1% de los españoles teletrabaja, aunque el 35% desearía hacerlo
El teletrabajo está muy lejos de ser una realidad en España. A pesar de los avances tecnológicos que se han producido en los últimos años, sólo el 0,6% de los españoles trabaja desde casa y el 98% no lo ha probado nunca, según un estudio de la agencia estadística europea Eurostat del año pasado. Estos porcentajes colocan a España a la cola de Europa y contrastan con el 35,66% de trabajadores que desearía sustituir la oficina por un despacho hogareño para siempre, según una encuesta reciente del portal especializado en búsqueda de empleo monster.com. La media europea se queda en el 33,76%.
El 8% de los hogares españoles cuenta con conexión a Internet de alta velocidad, asegura la Comisión Europea, y ya hay 12,85 millones de españoles (34,6%) conectados a la red, según el recuento del último Estudio General de Medios (EGM), con datos de junio. A pesar de ello son todavía una minoría pequeñísima los que utilizan Internet para trabajar desde casa. En Europa teletrabaja de forma regular el 5% de la población y el 87% no ha tenido nunca la oportunidad de hacerlo.
En Europa trabaja desde casa de forma regular el 5% de la población. El 87% no ha tenido nunca la oportunidad de hacerlo
Los húngaros son los encuestados más favorables al teletrabajo (el 60% asegura estar dispuesto a abrazar esta nueva forma de empleo de forma definitiva), seguidos de los checos (48%) y los alemanes (40%), recoge la encuesta de monster sobre 11.757 trabajadores de 18 países. En total, a casi el 80% de los europeos les gustaría ser teletrabajadores de vez en cuando, si bien un 20,35% asegura que prefiere mantener separados trabajo y familia (22,69% en España).
Los europeos dan diferentes razones para ese desfase entre sus deseos y la realidad. En Italia (25% de las respuestas), Holanda y Austria (21%) entre las barreras fundamentales para la extensión del teletrabajo está la actitud reacia de los empresarios, según el estudio de Eurostat.
La razón más extendida para querer trasladar el despacho a casa es la conciliación de la vida laboral y familiar, sobre todo entre polacos (30%), italianos (28%), suecos (26%) y franceses (25%).
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