Los árbitros levantan el vuelo
Las empresas recurren cada vez más al arbitraje para solucionar sus litigios antes de acudir a los tribunales
El arbitraje, el sistema de resolución de conflictos alternativo a la vía judicial, cada vez es más usado por las empresas españolas. El Tribunal Arbitral de Barcelona administró en 2004 un 18% más de arbitrajes que en 2003. Los árbitros suelen ser abogados con 10 años de experiencia que realizan este trabajo de forma esporádica. "Hacen falta árbitros", sentencian desde la Asociación Comunitaria de Arbitraje y Mediación.
Sólo dos de cada diez españoles sabe que existe la posibilidad de resolver conflictos al margen de los juzgados
Por el sistema de arbitraje se han resuelto algunos litigios internacionales famosos como cuando el 1 de enero de 2001 la consultora estadounidense Andersen Consulting tuvo que cambiar su nombre por el de Accenture. Un árbitro designado por la Corte Internacional de Arbitraje de París le obligó a hacerlo, como consecuencia de su proceso de separación de Arthur Andersen. En España, algunos de los conflictos laborales más sonados de los últimos años, como la huelga de pilotos de Iberia en verano de 2001, han tenido como mediador a un árbitro.
Cada vez más empresas españolas recurren a este sistema en lugar de acudir a los tribunales. El motivo: es más rápido que la vía judicial. Los datos muestran el auge que ha experimentado el sector en los últimos años. Por ejemplo, el Tribunal Arbitral de Barcelona administró en 2004 casi un 18% más de arbitrajes que el año anterior. Desde su fundación, en 1989, por este tribunal han pasado más de 1.300 arbitrajes.
Para ser árbitro de conflictos no es necesaria ninguna licenciatura ni formación específica. Son las entidades de arbitraje -que dependen, por ejemplo, de una cámara de comercio o de un colegio de abogados- o las partes en litigio las que eligen a los árbitros.
Se trata de profesionales (normalmente abogados) con más de 10 años de experiencia y que realizan el trabajo de árbitro de forma esporádica, según explica José Antonio García, director de Aryme, una sociedad privada dedicada a la mediación. "Para ser árbitro la entidad arbitral tiene que tener confianza en ti. No es necesario ser titulado en Derecho, ni funcionario; simplemente que tu perfil se ajuste a lo que busca la entidad arbitral", explica García. El salario de estos profesionales depende de la cantidad económica que haya en juego en el litigio.
Algunos de los expertos en arbitraje, regulado por la Ley de Arbitraje de 2003, consideran que el sector está viviendo "un momento de auge". "Las empresas recurren cada vez más al arbitraje. En nuestro despacho de abogados, de seis conflictos que nos llegan, cinco se resuelven en los tribunales y uno por mediación de un árbitro. Antes, la diferencia era mucho mayor", explica José María Alonso, socio director de Garrigues y presidente del recién creado Club Español de Arbitraje.
"Hacen falta árbitros", sentencia Miguel Ángel Gimeno, presidente de la Asociación Comunitaria de Arbitraje y Mediación (Acam), entidad con cuatro años de vida y que está preparando un Observatorio de Arbitraje en el que puedan participar también los empresarios. "En cinco años habrá una eclosión del arbitraje. Hemos pedido al Gobierno central una campaña institucional para concienciar a las empresas de que existe este sistema para resolver los litigios, y que es más barato y rápido que acudir a los tribunales", señaló Gimeno. De momento, en España hay mucho camino por recorrer. Un estudio reciente del Consejo Económico y Social señala que sólo 2 de cada 10 españoles conoce que existe la posibilidad de resolver conflictos al margen de los juzgados.
En espera del definitivo despegue, distintas entidades preparan cursos específicos para preparar a árbitros. La Universidad Antonio de Nebrija, la Asociación Comunitaria de Arbitraje y Mediación (Acam) y la editorial jurídica El Derecho Editores tienen un curso de tres meses de duración para formar futuros árbitros. El próximo mes de octubre, Acam comenzará un curso online (www.arbitraje-acam.org). Las Cámaras de Comercio y el Colegio de Registradores también organizan seminarios especializados.
Ni las entidades arbitrales ni los árbitros tienen la obligación de inscribirse en ningún registro, por lo que no hay ningún dato oficial sobre el número de profesionales que se dedican a esta materia. "Los profesionales del arbitraje cuyo trabajo está reconocido en España no llegan a la treintena", señala José María Alonso. Los empresarios y los empleados están obligados a cumplir el laudo arbitral. Este dictamen equivale a un convenio colectivo y su incumplimiento puede dar lugar a que los trabajadores sean sancionados con las medidas que prevé la ley, incluido el despido.
Un club para fomentar la profesión de árbitro
La profesión de árbitro necesita un último empujón en España y los grandes despachos de abogados están dispuestos a dárselo. Algunas de las firmas jurídicas más prestigiosas se unieron en junio para crear El Club Español de Arbitraje, con el fin principal de promocionar a España como sede internacional en esta materia. Sus responsables están interesados, en concreto, en conseguir que las multinacionales latinoamericanas resuelvan sus litigios en España.
En este proyecto colectivo, que nació tras una reunión en Florida (EE UU), participan "casi todos los principales operadores en materia de arbitraje", según sus responsables.
En el club están presentes expertos de despachos de abogados como Garrigues, Gómez Acebo &Pombo o Cuatrecasas. "El club no pretende ser una corte de mediación de litigios, sino que quiere fomentar el uso de la institución del arbitraje y promover España como sede de arbitrajes internacionales", explica José María Alonso, presidente del club y socio director de Garrigues. A principios del año que viene, Madrid será la sede del Congreso Iberoamericano de Arbitraje: un primer paso para promocionar la candidatura de la capital como sede permanente de esta materia.
Esta nueva institución cuenta con diferentes comisiones, como la de Buenas Prácticas Procesales, de Admisiones o de Independencia de los Árbitros.
Además, desde el club elaborarán estudios y publicaciones y organizará encuentros y jornadas de trabajo "que permitan conocer esta actividad de la mejor manera posible".
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