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Reportaje:

Sin carné, sin seguro, sin ITV...

Cientos de miles de conductores circulan sin los documentos obligatorios ocasionando un agravio comparativo y unos gastos que repercuten en el resto de automovilistas

Antonio Jiménez Barca

La mujer tiene 27 años, prefiere no dar su nombre verdadero (pide que se le nombre María) y explica que este verano viajó a Barcelona desde Madrid y que durante casi todo el trayecto condujo su hermano mayor: "Que conduce muy bien, porque lleva con el coche desde los 16 años, sin saltarse ninguna señal y sin correr, ¿eh?". Y sin embargo, la conducción del hermano de María presentaba un defecto primordial: jamás se ha sacado el carné de conducir. Lo ha intentado varias veces pero el teórico se le ha atragantado siempre. No es el único caso. Manuel Moreno, educador social, lleva 25 años trabajando en el mundo gitano ayudando a hombres y mujeres, como María y su hermano, a sacarse el carné de conducir: "Y por mi experiencia ahora es lo mismo que hace 20 años: la inmensa mayoría de los jóvenes de 30 años conducen sin sacárselo porque no entienden las preguntas del examen teórico: si el examen consistiera en las pruebas prácticas, se lo habrían sacado hace tiempo", asegura.

Desde 1991 a 2004 se han producido 141.000 siniestros causados por coches sin seguro
Circular sin tener carné de conducir acarrea una multa que puede ascender a 600 euros

La asociación Automovilistas Europeos Asociados (AEA), tras llevar a cabo un estudio sobre la materia, calcula que en España circulan sin carné de conducir alrededor de 60.000 personas. "Es un número aproximado, claro, porque la cifra es imposible de conocer", matiza Mario Arnaldo, presidente de esta asociación. "Hace unos años, el número llegaba a 100.000, pero los acuerdos firmados en los últimos tiempos con diversos países para convalidar los permisos obtenidos por los inmigrantes en sus países de origen lo han rebajado", añade Arnaldo. Entonces, hubo varias asociaciones automovilísticas que se opusieron a esta especie de convalidación general, que significaba para estos grupos críticos una manera de "regalar el permiso de conducción". Arnaldo, por el contrario, considera que el hecho peligroso es, precisamente, circular sin carné: "En la mente de todos está el caso de un inmigrante boliviano que en mayo de 2004, para escapar de un control de la Guardia Civil porque no tenía carné de conducir, se saltó un paso a nivel perfectamente señalizado en Hellín (Albacete). El vehículo fue arrollado por el tren. Murió él y los cinco ocupantes de la furgoneta".

Arnaldo desglosa así el número de automovilistas sin carné de conducir: "El 55% son personas que nunca se lo han sacado; el 40% son personas a las que las autoridades se lo ha retirado pero desobedecen la prohibición y el 5% son inmigrantes sin permiso".

El año pasado, la Dirección General de Tráfico registró más de 73.000 accidentes con víctimas en carretera. Casi en 1.800 casos el conductor implicado no se había sacado el carné de conducir. Si se extrapola la cifra se llega a la conclusión de que aproximadamente el 2% de los conductores no han pasado por una autoescuela (o no han aprobado después de pasar).

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La nueva Ley de Seguridad Vial, que entró en vigor en julio, ha incrementado la cuantía de la multa por esta infracción: hasta este verano, se calificaba de falta grave y se debía pagar de 91 a 300 euros; ahora, asciende hasta 600 euros. Insuficiente, según Stop Accidentes, una asociación formada por personas que, bien ellos o bien familiares suyos, han sido víctimas de siniestros de tráfico. Amelia Ruiz, portavoz de esta asociación, considera que esta infracción debería acarrear más castigo: "Tendría que estar tipificada como delito, como era antes, en los años 80. Y de cualquier forma, lo que exigimos es que las multas se paguen, que se cumpla la ley, en una palabra, sea la que sea porque ahora no se hace".

Actualmente, si la Guardia Civil o la policía localiza a un automovilista sin carné de conducir -y sin ningún acompañante con el permiso en regla-, además de imponerle la multa correspondiente, le inmoviliza el coche, a la espera de que alguien se presente a recogerlo. Si es preciso se traslada el coche a un depósito de la grúa, con lo que a la cuantía de la sanción debe añadirse la tasa de la grúa y del depósito.

Circular sin carné de conducir no es la única infracción que puede cometer un automovilista aún antes de encender la llave de contacto. La DGT contabilizó en 2002 los coches que circulaban por las calles y carreteras sin seguro: 700.000. Este número, según la AES, no ha bajado. Y aporta un dato: el 31 de diciembre de 2004 había circulando en España 24.594.286 vehículos con seguro; y registrados en el Registro de automóviles 26.565.612. ¿Qué pasa con los casi dos millones resultantes de la resta?

"Evidentemente, no todos van sin seguro", explica Mario Arnaldo, "ya que hay muchos vehículos que ya no circulan, cuyo dueño se ha desecho de ellos hace tiempo, que están desguazados y convertidos en chatarra, pero que no han sido dados de baja por sus propietarios por los trámites que esto implica. De cualquier manera, el número de 700.000 sigue siendo perfectamente asumible".

Cuando la policía atrapa a un automovilista circulando sin seguro también le inmoviliza el coche. La multa por esta infracción fluctúa desde los 600 a los 3.000 euros, y también acarrea la inmovilización automática del coche.

Que haya tanta gente sin seguro cuesta mucho dinero al resto de automovilistas. Los costes de las reparaciones o los gastos a terceros que ocasionan estos conductores acaban siendo asumidos por el Consorcio de Compensación de Seguros, que a su vez es sufragado gracias a un sobrecoste en cada cuota del seguro de cada conductor. "Desde 1991 a 2004 se han producido 141.660 siniestros causados por vehículos sin seguro", explica Arnaldo, basándose en datos del Consorcio de Compensación de Seguros. "Y esto ha costado 726.550.800 euros al resto de los automovilistas", añade. El presidente de la AEA añade que por parte de la Administración "bastaría con cruzar datos para dar con los conductores sin seguro y, por medio de una circular, advertirles de la infracción en que están incurriendo; sería una manera inteligente de prevenir antes de curar".

Con la ITV sucede lo mismo. El año pasado, cerca de dos millones de vehículos que se presentaron a este examen fueron rechazados. "Y a éstos hay que sumar los que no se presentaron y que, por carecer de la ITV, carecen también de seguro, con lo que es una pescadilla que se muerde la cola", comenta Tomás Santa Cecilia, director de Seguridad del Real Automóvil Club de España (RACE).

Con todo, Santa Cecilia resalta la peligrosidad de los conductores sin carné: "Se les puede reconocer una habilidad práctica, consecuencia de haber conducido durante mucho tiempo en algunos casos, pero son automovilistas peligrosos porque están fuera de la ley, porque desconocen la normativa y porque carecen en muchos casos de la capacidad para interpretar las señales".

Aquí el educador social Manuel Moreno discrepa en cierto modo: "Muchos son tan peligrosos como los bakaladeros que tienen carné y que no cumplen las normas".

Aunque luego reflexiona: "La cuestión no es que no sepan conducir, sino que no aceptan las normas. Y a veces, para muchos jóvenes de los que yo trato, sacarse el carné implica empezar a aceptar un mundo que tiene normas que hay que cumplir".

Miembros de la Guardia Civil efectúan un control de tráfico en Madrid.
Miembros de la Guardia Civil efectúan un control de tráfico en Madrid.SANTI BURGOS

Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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