Sabores urbanos y cócteles en la Gran Vía

En el interior del hotel DelasLetras, edificio recién rehabilitado en la Gran Vía de Madrid, acaba de abrir sus puertas el restaurante DL'S, espacio multifuncional en el que se fusionan el comedor y una sala de estar dotada de barra de aperitivos y servicio de cócteles. Una novedad gastronómica que se anticipa a otros estrenos anunciados en la capital para el otoño.

Como corresponde a la entidad promotora, la cadena catalana Habitat, que ya ha dejado constancia de su estilo innovador en el hotel Bauzá de la calle de Goya y en los otros tres establecimientos en Barcelona, el diseño, la estética y el confort presiden un lugar entre vanguardista y desenfadado que, en este caso, pretende revestirse de una atmósfera literaria.

En consonancia con estas directrices, la carta juega a la modernidad sin muchos rebuscamientos, tras el rastro de una clientela urbana de talante informal a la que se pretende satisfacer con múltiples atractivos, incluidos tragos de media noche y libros para leer en la sala anexa. Recetas algo exiguas, de corte contemporáneo, que se presentan de forma vistosa pero descubren materias primas de calidad variable. Para empezar, dos grupos de entrantes. Por siete euros, quizá unos espaguetis con huevo pochado o, acaso, unos bastoncitos de berenjenas rebozados para mojar en gazpacho (no salmorejo como indica la carta). Y por nueve euros, un reconfortante risotto (arroz), o, tal vez, una deleznable coca de langostinos con pollo, cuya coriácea masa no es de recibo.

Con los platos de peso, Ernesto Hinojal, jefe de cocina, pone en pie la misma fórmula que tanto prodiga en sus locales el famoso chef francés Alain Ducasse. Por un precio de 12 o de 14 euros el cliente selecciona un plato entre las especialidades sugeridas, y luego, una guarnición y una salsa que figuran en otros listados. Resulta magnífico el taco de atún a la plancha; apenas discreta la hamburguesa de salmón; algo seca, aunque aceptable, la carrillera de ternera, y decepcionante la cola de rape, poco fresca, que presenta un insidioso tufillo a cámara. Las guarniciones incluyen sugerencias tan divertidas como cuscús de verduras, patatas confitadas o tempura de verduras. Y entre las salsas, picada de anchoas, vino especiado reducido o vinagreta de tinta de calamares.