El PSE rechaza el contenido de la Ley de Suelo, pero no vetará su tramitación

El Partido Socialista no presentará una enmienda a la totalidad al proyecto de ley de Suelo, que el Gobierno ha remitido al Parlamento para su debate. Con esta decisión, los socialistas facilitarán la tramitación del proyecto, a pesar de que no les gustan sus contenidos. Una enmienda a la totalidad de los socialistas unida a las previsibles de PP y el Partido Comunista de las Tierras Vascas-EHAK hubiera devuelto inmediatamente el texto al Gobierno, que se encuentra en minoría. En la legislatura pasada, el PP y Sozialista Abertzaleak ya presentaron sendas enmiendas pidiendo su devolución. La abstención del PSE permitió entonces que el debate llegará hasta el final.

El parlamentario y portavoz del PSE en temas relacionados con la vivienda, Jesús Loza, reprochó ayer al Gobierno la "grave irresponsabilidad" que ha cometido al remitir al Parlamento el mismo texto que rechazó la Cámara en febrero. Sin embargo, la "urgente" necesidad de que Euskadi cuente con una ley de Suelo ha llevado a los socialistas a no enmendar a la totalidad el proyecto y permitir de esta forma una negociación entre el tripartito y la oposición.

El acuerdo será posible, anunció, sólo si el proyecto respeta y profundiza la autonomía municipal. "El texto remitido no lo hace y sin el acuerdo de los ayuntamientos es imposible llevar a buen puerto la ley, porque son ellos los encargados de gestionar las políticas urbanísticas", advirtió. Además, Loza añadió otras cuatro condiciones para votar a favor de la iniciativa: la defensa de los intereses municipales frente a los promotores privados; el incremento de reserva de suelo para vivienda protegida, con la diversificación de la misma a través de la vivienda de precio tasado y apartamentos para jóvenes en suelo destinado a equipamiento, y la agilización del planeamiento urbanístico.

El PP se sumó a las críticas de los socialistas. Su parlamentario Antonio Damborenea recordó al Ejecutivo que se trata de un proyecto que ya ha sido rechazado y cuya aplicación sólo encarecería el precio de la vivienda. "Si hace siete meses nos parecía una mala ley, ahora no hay nada que nos haga cambiar de opinión".