Pastora reivindica la "suavidad electrónica" en 'La vida moderna'
El trío se define como un "tripartito anárquico"
Una canción titulada Lola les hizo famosos y ayudó a que de su primer disco, editado hace dos años, se vendiesen más de 50.000 copias. Ahora, Pastora, el grupo formado por Pauet y Caïm Riba y por Dolo Beltrán, lanza un segundo trabajo, La vida moderna, con la intención de "evidenciar que no sólo nos debemos a Lola, la canción que para un sector del público resume lo que somos", dice Caïm.
Este grupo, autodefinido como un "tripartito anárquico", mantiene los roles diferenciados, de suerte que Caïm es quien compone la música, Dolo escribe las letras y Pauet es el responsable de las proyecciones que se ven en los conciertos y en el DVD que acompaña al disco, en el que ha recreado visualmente sus 13 composiciones. Yendo por partes, Caïm afirma: "En este trabajo hemos querido mantener la combinación de componentes electrónicos y acústicos que caracterizan nuestro sonido, pero intentando que lo acústico suene muy acústico y lo electrónico más electrónico". Por su parte, Dolo caracteriza las letras de La vida moderna como "más interiores que las de nuestro primer disco, en el que había más miradas externas, más observación de la calle, más lolas y mironas que en éste". Finalmente, el tercer vértice de Pastora, Pauet, afirma sin cortarse para explicar su aportación: "Yo empiezo a trabajar cuando ellos me entregan la canción y elaboro las imágenes que me sugieren las piezas. Trabajo autónomamente y en esta ocasión he generado imágenes de acompañamiento a las 13 piezas de suerte que el álbum tenga un cierto componente audiovisual".
"Las letras de este nuevo disco son más interiores que las del primero"
Situados en un terreno estilístico muy poco frecuentado en España, "en el que, la verdad, nos sentimos casi como única referencia", Pastora reniega de la etiqueta flamenco-chill con la que algunos les definen. Dolo afirma que "puede deberse a que en el primer disco yo tenía un deje meridional que se ajustaba al contenido de las canciones y al personaje que representaba, pero creo que somos un grupo pop que no tenemos ningún contacto con el flamenco". Caïm entiende que sean calificados como chill a secas, "dado el componente electrónico y la suavidad con la que lo utilizamos", aunque los tres miembros de Pastora creen que lo definitorio de su sonido es "el downtempo que preside buena parte de nuestras canciones y el suave toque funk que impulsa su caminar". Además, concluyen, "eso de chill ya está de capa caída". Sorprendidos por la rapidez con la que se han sucedido los acontecimientos, los miembros de Pastora comienzan a digerir todo lo que les ha pasado en este último par de años, en los que han pasado del underground catalán a formar parte del catálogo de una empresa discográfica multinacional. Para Dolo, las causas de este cambio de status están "tanto en el contenido melódico de las canciones como en unas letras que hablan de los temas que ahora preocupan a la gente. Como consumidora de música tendría que irme a álbumes de hace 20 años para encontrar letras que me interesen". Caïm y Pauet lo atribuyen "a que hemos pasado de ser un grupo audiovisual, que es lo que éramos hace 10 años, aún sin Dolo, a ser un grupo audiovisual que usa la electrónica dotándola de letra y voz", afirman.
Una de las curiosidades de La vida moderna es la inclusión de una canción en catalán, Planetes marins. Dolo recuerda que "éste fue un tema que compusieron para un espectáculo de homenaje a Jacint Verdaguer", el escritor catalán. "Nos quedó tan bien que hemos querido recuperarlo para este disco". Ésa es la canción con la que Pastora se dio a conocer en Cataluña, ésa es, en suma, la canción que une a Pastora con un pasado que ya comienza a ser historia. La historia de un grupo en cuyo futuro se dibuja el éxito.
Babelia
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