Torres, por accidente
Morientes sufre una lesión y el delantero del Atlético, relegado hasta ayer, se perfila como el compañero de Raúl
Amanece sobre la sierra de Madrid. En el hotel de la federación, en Las Rozas, se alojan desde hace ocho días dos clases de jugadores: los aburridos y los inyectados de fiebre mundialista. Los aburridos -Torres, Tamudo, Reina, Luis García, De la Peña...- son los que saben desde hace una semana que su papel es el de gregarios, si no meros espectadores de un acontecimiento excitante. Los tensos son los que formarán parte del acontecimiento: los titulares llamados desde hace una semana a enfrentarse a Serbia, hoy, en el estadio Calderón.
Hasta las siete de la tarde de ayer ésa fue la realidad de la selección española. A las siete, en el entrenamiento, Morientes sintió un tirón en la parte posterior del muslo izquierdo. Y Luis Aragonés, seleccionador partidario de separar, parcelar y aclararlo todo con antelación, debió hacer algo que no le agrada: cambiar de planes. Ahora, el compañero de Raúl será Torres casi con toda seguridad.
Hasta ayer por la mañana el semblante de Torres era un canto a la insatisfacción. El delantero del Atlético no está en su punto de preparación más fino. Aún bajo los efectos de la carga de trabajo de la pretemporada, está en desventaja respecto a Morientes, que, por venir de la Liga inglesa, se halla en un momento de forma más avanzado. Puesto a elegir, Luis se quedó con la chispa de El Moro.
Ayer por la mañana el delantero extremeño dio el primer aviso. Sintió molestias musculares. El seleccionador comenzó a dudar, pero le hizo entrenarse de todas maneras. Por la tarde, Morientes se rompió.
Torres, que tiene 21 años, tendrá una misión difícil. La crisis en la delantera sobreviene en un momento delicado. El equipo actual es el menos goleador en 25 años. Y lo más extraordinario: no tiene un artillero dominante como fueron Juanito, Salinas o el propio Raúl. Con Luis, Raúl ha metido tres goles.
El seleccionador apuntó ayer a los delanteros como responsables del desacierto tras jugadas bien elaboradas: "Hemos tenido problemas para definir, pero no para llegar a gol".
El técnico afirmó haber detectado una debilidad en Serbia: "Las bandas". Dijo que espera asociaciones entre los extremos y los laterales para romper su defensa. "Buscaremos las llegadas dos para uno en las bandas", explicó, "y con paredes en medio. Porque sus centrales, por arriba, van muy fuerte, son muy altos y nos ganan".
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