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Reportaje:

La herencia envenenada del Palacio de Hielo

El Ayuntamiento ha elaborado a petición del Defensor del Pueblo un documento sobre el cúmulo de irregularidades de esta instalación

Soledad Alcaide

El Ayuntamiento de Madrid ha elaborado un documento a petición del Defensor del Pueblo en el que se recogen todas las irregularidades que presenta el Palacio de Hielo. Para solucionar la situación esperpéntica del palacio, el equipo de gobierno ha seguido la sugerencia de Enrique Múgica de crear una unidad administrativa especial que gestione todos los problemas del complejo de ocio y ha creado un grupo de colaboración, integrado por varias concejalías: Coordinación Territorial; Coordinación Institucional; Medio Ambiente y Servicios a la Comunidad; Hacienda; y Administración Pública y de Seguridad. La Junta Municipal de Hortaleza también forma parte del grupo.

Cuando el 5 de noviembre de 2003 el Palacio de Hielo de Hortaleza abrió oficialmente sus puertas, ni un solo miembro del equipo de gobierno del Ayuntamiento que dirige el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, asistió a la inauguración. Fue la prueba de que el proyecto, auspiciado por el anterior ejecutivo de José María Álvarez del Manzano, también del PP, no contaba con el respaldo del nuevo regidor.

Muy pronto, los problemas ocasionados por el mastodóntico edificio situado entre la calle de Silvano y la avenida de Machupichu -distrito de Hortaleza- lo convertirían en una herencia envenenada para el Consistorio, que un año y diez meses después aún sigue tratando de resolver la situación.

Informe de gestión

Entretanto, la oposición en el Ayuntamiento (PSOE e IU) se le echó encima por las supuestas irregularidades y los vecinos del complejo de ocio -afectados por el exceso de ruido junto a sus casas que procedía de las torres de refrigeración, por las basuras acumuladas en la puerta o por el bloqueo de las salidas de emergencia- acudieron al defensor del Pueblo, Enrique Múgica. Éste aconsejó al Ayuntamiento que realizara un "informe de gestión acerca del Palacio de Hielo" sobre todos los ámbitos de su competencia. Ese documento le fue entregado por el vicealcalde, Manuel Cobo, el pasado 30 de junio, y en él se detallan las actuaciones en las que ha participado el Consistorio, desde que el proyecto se puso en marcha, en febrero de 1993.

De los más de 100.000 metros cuadrados construidos, sólo un 1,8% de la extensión del recinto, en el que se invirtieron más de 50 millones de euros, están dedicados a la pista de hielo (1.800 metros cuadrados), a pesar de que era el propósito original de la concesión, que fue otorgada a la empresa Equipamientos Deportivos y de Ocio, S. A. (Equidosa).

Según el informe, esta compañía fue la única que se presentó a la convocatoria de julio de 1995, después de que en noviembre de 1994 el Ayuntamiento declarara desierto el primer concurso.

La adjudicataria logró sumar al proyecto deportivo inicial una amplísima zona comercial, distribuida en cuatro plantas, donde en vez de las 700 plazas de aparcamiento proyectadas, construyó 2.000. Una vez adjudicado el proyecto, Equidosa reclamó al Consistorio la posibilidad de ceder o traspasar parcialmente la concesión, opción que le fue denegada por el pleno del Ayuntamiento del 28 de febrero de 1997.

Equidosa llegó a solicitar la resolución de la concesión por esta razón, aunque luego presentó "nuevo enfoque de viabilidad", que modificaba el proyecto, sobre la base de que entretanto se había aprobado el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1997.

El palacio, que ya llevaba un retraso en la construcción de varios años, fue autorizado a iniciar el servicio el 3 de noviembre de 2003, "debiendo obtener las licencias que sean preceptivas".

Sin embargo, dos días después, el Palacio de Hielo abría sus puertas de forma oficial, sin contar con las licencias de Urbanismo: tenía la de edificación, pero no las de funcionamiento y actividad. Los cines Dreams Palacio de Hielo llevaban dos semanas abiertos.

El Consistorio explicó en esas fechas que faltaba el informe de los técnicos de Urbanismo, que regularizaría la situación de los 66 locales comerciales, 15 de salas de cine y la pista de hielo que comenzaban a funcionar. Mientras, Equidosa aseguraba que tenía "todos los permisos necesarios".

Suma y sigue

De ahí en adelante, todo fue un suma y sigue. Los vecinos comenzaron a quejarse del ruido y el Ayuntamiento se dio cuenta de que el complejo incumplía la ordenanza municipal de basuras. Además, tuvo que rechazar una petición para celebrar un combate de boxeo en el centro, un uso no compatible con la pista de hielo. También recibió una denuncia por la instalación de antenas en la cubierta sin licencia, que luego se regularizó. Y, tiempo después, los vecinos denunciaron la apertura de una macroterraza y discoteca, que fue obligada a cerrar.

Pero lo que puso el broche de oro a los problemas fue un informe de la Dirección de Servicios de Edificación que había solicitado la propia Junta de Hortaleza para comprobar si la adjudicataria podía como concesionaria ceder locales, según revela el documento al Defensor del Pueblo.

Los Servicios de Edificación subrayaron la existencia de ocho locales con zonas ubicadas en espacios comunes o situados en "superficies construidas no computables". En total, se habían edificado más de 2.500 metros de lo permitido por el proyecto aprobado por el pleno del Ayuntamiento.

Pero el equipo de gobierno no actuó hasta que EL PAÍS reveló el pasado noviembre esa ilegalidad. Ya entonces, el concejal socialista Ramón Silva anunció que esos locales nunca podrían tener licencia.

En la actualidad, el Consistorio las ha denegado y los dueños de los locales han presentado recursos de reposición por esa decisión. Pero también han sido denegados por silencio administrativo.

Querella contra la adjudicataria

Tres empresas con locales en el Palacio de Hielo de Hortaleza se han querellado y han presentado una denuncia por falsificación de documento y estafa -admitidas a trámite por el Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid- contra José Luis Bermúdez de Castro y Fernando Chinchurreta, accionista y apoderado, respectivamente, de la concesionaria del complejo de ocio, Equipamientos Deportivos y de Ocio (Equidosa).

Las empresas Hostalgreen, Rosen Consulting y Barx Consulting son propietarias de dos establecimientos que han paralizado su actividad, más el servicio de lavado de coches del aparcamiento, cerrado por el Ayuntamiento al estar en un espacio no susceptible de ser alquilado.

Los denunciantes consideran que cuando Equidosa les alquiló los espacios donde estaban sus negocios, sabía que no eran arrendables, porque se lo había denegado el Consistorio.

Bermúdez de Castro sostiene que si hubo irregularidades en su actuación fue por "aquiescencia del Ayuntamiento", y asegura que la querella contra él es una venganza de sus arrendadores, que no le pagan el alquiler desde hace tiempo. "Yo levanté el palacio donde me dijo el Ayuntamiento y como me dijeron que lo hiciera", afirmó.

De momento, la juez sigue con las actuaciones.

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Sobre la firma

Soledad Alcaide
Defensora del Lector. Antes fue jefa de sección de Reportajes y Madrid (2021-2022), de Redes Sociales y Newsletters (2018-2021) y subdirectora de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS (2014-2018). Es licenciada en Derecho por la UAM y tiene un máster de Periodismo UAM-EL PAÍS y otro de Transformación Digital de ISDI Digital Talent. 

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