Demora de una ayuda

Como madre de una niña de tres años sin plaza en una guardería pública, en noviembre del año pasado solicité una de las ayudas a la escolarización infantil ofertadas a bombo y platillo por la Comunidad de Madrid.

Después de interminables papeleos, colas y prórrogas varias, en marzo (¡oh, maravilla!) la niña apareció en la lista como beneficiaria de una de las ayudas, unos cien euros por cada mes de escolarización.

En fin, no estaba mal... El 17 de mayo presenté en la calle de Vitrubio el justificante facilitado por la Comunidad con los meses de escolarización efectiva, sellado por la guardería, y me facilitaron unos teléfonos de contacto donde reclamar "en caso de que no percibiera la ayuda".

A lo largo del verano, en vista de que el dinero no llegaba en junio, ni en julio, ni en agosto, he tratado de informarme en estos teléfonos, donde he sido atendida por personas bastante cortantes que sin duda deben creer que el mayor entretenimiento de un padre o una madre que trabaja es pasar la mañana llamando a distintas consejerías para hacer preguntas. En todos los casos me remitieron al mes siguiente, en el que "sin falta" realizarían el ingreso.

Entretanto, con el autobombo al que acostumbra, la Comunidad de Madrid está anunciando sus magníficas subvenciones para el curso que viene. Enhorabuena por su eficacia y su buen hacer.