Turquía rebaja el tono de sus diferencias con la UE sobre Chipre

Abdulá Gül, ministro turco de Asuntos Exteriores, celebró ayer numerosas entrevistas con sus colegas de la Unión Europea y al final de la jornada rebajó llamativamente el tono del enfrentamiento de Ankara con la UE por su negativa a abrir los puertos y aeropuertos turcos a barcos y aviones chipriotas. "Si firmamos algo es para cumplirlo", señaló. Los ministros comunitarios analizaron también ayer la situación de Kosovo, cuyo estatuto final debe definirse en 2006, y certificaron que aunque la retirada israelí de Gaza y una parte de Cisjordania se ha desarrollado mejor de lo esperado, quedan por delante tiempos delicados.

Gül llegó a Newport (Gales), donde los ministros europeos se reunieron durante dos días de manera informal, el jueves por la noche, horas después de aprobar las líneas generales de su respuesta a la declaración turca que reitera el no reconocimiento de Chipre y, por ende, la negativa a admitir la entrada en puertos turcos de barcos chipriotas, lo que violaría el Protocolo Aduanero suscrito por Ankara. Habló esa noche con el ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer, y ayer con varios ministros más, incluido el español Miguel Ángel Moratinos. Después de estas y otras reuniones el tono turco había dejado de ser beligerante.

"Si firmamos algo es para cumplirlo", comentó Gül en respuesta a la advertencia europea de que firmar y ratificar un tratado como el aduanero con Chipre debe ser seguida de su cumplimiento. En caso de conflicto, "hay plataformas para discutir", agregó el ministro, quien confía en que la negociación para la adhesión de su país a la UE comience sin contratiempos el próximo 3 de octubre. "No es posible reducir todo a esta cuestión" de la negativa al atraque de buques chipriotas, precisó el jefe de la diplomacia turca.