La larga espera para la PSP
La última videoconsola de Sony causa furor entre los jóvenes
Doce horas en la calle Preciados de Madrid. Es lo que Ángel Gálvez, de 20 años, tuvo que esperar el miércoles pasado para ser el primero de España en tener la última videoconsola portátil de Sony, la PSP, en sus manos. "Soy un fanático de los videojuegos, esta consola va a ser la mejor y llevo mucho tiempo esperando este día", aseguró mientras le temblaban las manos por los nervios.
Unos minutos antes de la medianoche del miércoles, la Fnac abrió sus puertas ante la expectación de 500 jóvenes, casi todos varones. Cuando Gálvez pasó por la puerta del gran almacén, el vicepresidente y consejero delegado de Sony Computer para España y Portugal, James Armstrong, le entregó la primera miniconsola, que la compañía japonesa acabó regalando a Gálvez. Los demás desembolsaron 249 euros cada uno. Dentro, Sony había organizado una gran fiesta con música en vivo y champaña, pero la animación mayor vino de la conmoción de los jóvenes aficionados, la mayoría de entre 20 y 30 años. Otras 16 ciudades celebraron fiestas nocturnas similares para saciar la demanda de algunos de los 70.000 aficionados que hicieron una reserva desde junio para adquirir la PSP. El dispositivo, que también permite escuchar música del formato mp3 y ver películas, ya ha vendido más de cinco millones de unidades en Japón y EE UU desde su lanzamiento en diciembre de 2004. Mide 17 centímetros de ancho y pesa 280 gramos.
Los españoles gastaron más en videojuegos que en ir al cine o comprar música el año pasado
La PSP es la gran apuesta de Sony, que ya domina el mercado de las videoconsolas tradicionales, pero pretende arrebatar el liderazgo en el campo de los portátiles a su mayor competidor, Nintendo, que lleva 15 años de dominio gracias al Gameboy. Armstrong indica que Sony espera comercializar más de 605.000 unidades en España en lo que queda de año. Un objetivo que la empresa nipona podría ver cumplido sin demasiadas dificultades. Los amantes de los juegos en España son en su mayoría jóvenes, pero las cifras de facturación son para mayores. Los españoles gastaron 790 millones de euros en videojuegos el año pasado, más dinero que el invertido en ir al cine o comprar música. Y el mercado está en auge: crece a un ritmo de más del 15% cada año, según la consultora GFK.
La conectividad es una de las mejores bazas de la PSP, según Sony. Se puede enchufar al ordenador con un puerto USB y tiene ranuras para tarjetas de memoria, aunque la tarjeta incluida sólo tiene una capacidad de 32 megabytes. En las próximas semanas, fuentes de la compañía indican que se podrá navegar por la Red mediante un puerto inalámbrico wifi, algo único en el mercado.
Nada de esto ha pasado inadvertido para los adictos de la informática, y ya circulan por la Red varios programas para instalar juegos pirateados. "Con una conexión al ordenador, se abren muchas posibilidades para instalar todo tipo de programas e incluso modificar la propia consola", afirmaba Carlos Moroco mientras esperaba para hacerse con el nuevo dispositivo.
El vicepresidente de Sony Computer no quiso hacer ningún comentario sobre la piratería de los juegos, pero la empresa ya ha tomado medidas para frenarla. El método principal es a través de las actualizaciones del software que la compañía desarrolla a menudo y que insta al usuario a instalar en el dispositivo. El nuevo software tiene como gancho novedades para el sistema, pero paraliza los programas pirateados. "Es una batalla continua, pero siempre habrá alguien dispuesto a inventar un programa para burlar la seguridad; ya hay muchos por la Red, y acaba de salir el PSP", apunta Moroco.
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