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Tribuna
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Verdades del barquero

Es verdad que las situaciones de partida han variado de un año a esta parte. Es verdad que el gobierno socialista no quiso ponerse una venda en los ojos con relación a unos datos heredados, y constituyó en agosto de 2004 una Comisión Técnica para analizar la viabilidad de los caudales trasvasables por la conducción Júcar-Vinalopó. Es verdad que los resultados de la modelización técnica efectuada a finales de enero del 2005 dieron como resultado lo siguiente:

a) Utilizando como un elemento combinado del sistema Júcar la explotación de los acuíferos de la Plana de Valencia, podían ser transferidos al Vinalopó desde la toma de Cortes hasta 62 Hm3/año, a medida que la modernización de regadíos avanzara.

b) Sin utilizar los acuíferos de la Plana de Valencia, podían ser transferidos al Vinalopó desde la toma de Cortes hasta 19,9 Hm3/año, con la modernización de regadíos totalmente efectuada.

Y ahí es donde vino el problema en la utilización combinada o no de los acuíferos de la Plana de Valencia. La utilización de estos acuíferos NO estaba incluida en el pacto que se fraguó con la aprobación en 1997 del Plan de Cuenca del Júcar. Estos datos dejaron en evidencia las mentiras del PP respecto de las asignaciones cuadradas a martillazos.

Los usuarios de la cuenca cedente manifestaron su oposición a la utilización de estos acuíferos, puesto que los consideran un elemento de reserva y garantía ante situaciones de sequía. La mejor prueba de lo que digo la tenemos en el presente año, donde los usuarios del Júcar, han tenido que utilizar los acuíferos de la plana de Valencia, para en un año de restricciones satisfacer sus demandas, cediendo sus derechos concesionales de aguas superficiales para la satisfacción desde Alarcón de las demandas de abastecimiento urbano; entre ellas los 7,5 Hm3 derivados por el ATS a finales de julio para el consumo humano a Elx y Alicante a la que el PP votó en contra.

El gran pacto del Plan de Cuenca del Júcar para la transferencia de recursos al Vinalopó pivotaba sobre los ahorros o sobrantes superficiales que la modernización de regadíos de la Ribera del Júcar generase, pero a dicho pacto no se incorporó la explotación combinada de los acuíferos subterráneos de la Plana de Valencia. Mejor que hoy no hablemos de la inejecución por parte del PP de su compromiso firmado de concluir antes del 2002 la modernización de regadíos.

También es verdad que el Júcar es el único río mediterráneo que no tiene definido caudal ecológico alguno en su Plan de Cuenca. Actualmente no existe un caudal ecológico predeterminado y circulante en el Júcar en su curso bajo, después de la regulación, desde Antella hasta Cullera.

Igualmente es verdad que la Comisión Europea entre los condicionantes que impuso para otorgar una subvención FEDER a la condición Júcar-Vinalopó, exigió que previamente a las transferencias de recursos al Vinalopó, se definiera un caudal ecológico suficiente para el bajo Júcar, así como una dotación que permitiese garantizar la sostenibilidad de L'Albufera. ¿Cómo se consigue ex-novo un caudal ecológico para un río cuyos recursos están totalmente asignados? Sencillamente ahorrando.

La única manera de conseguir un caudal ecológico para el Júcar en su curso bajo, es efectuando la modernización de los regadíos tradicionales de la Ribera del Júcar.

El caudal que actualmente toma del Júcar la Acequia Real del Júcar en Antella, una vez modernizados sus regadíos tradicionales, se descompondría en dos partes: un caudal menor que circularía por la Acequia Real para dotar de aportes a los regadíos modernizados y a L'Albufera, y el resto de sobrantes ahorrado se derivaría desde Antella por el propio Júcar como caudal ecológico del río.

Este caudal ecológico del río que habría desempeñado su papel ambiental desde Antella hasta Cullera, es el que con la propuesta alternativa que ahora se está analizando, sería enviado íntegramente desde Cullera hasta el Vinalopó.

La toma en Cortes de Pallás impediría, como exige la UE, la habilitación de un caudal ecológico para el Júcar en su curso bajo.

La propuesta de trazado alternativo presentado para la conducción Júcar-Vinalopó garantiza un caudal permanente transferible al Vinalopó, ligado al caudal ecológico obligatorio a definir para el río Júcar. No estamos hablando de flujos intermitentes en función del año hidrológico de turno. Estamos hablando de más agua para el Vinalopó y con garantía permanente de aportación, cifrando la misma en 70 Hm3/año de media interanual.

Siempre hemos dicho que el agua más cara es la que no llega. Más agua con garantía para el Vinalopó, sin duda es la que el trazado alternativo propone. Su calidad sería mil veces mejor que la del Ebro. Los plazos para su recepción no están directamente relacionados con la ejecución de la obra, sino con la generación de sobrantes por la modernización de regadíos.

Finalmente también es verdad que el convenio que el PP obligó a firmar a los usuarios exigía que los agricultores hipotecaran sus tierras 10 años antes de recibir una sola gota de agua, y que la propuesta que baraja el Ministerio de Medio Ambiente pasa por una infraestructura totalmente pública, a la que los usuarios contribuirían en la tarifa una vez hayan recibido el agua, y a unos precios homogéneos respecto de lo que pagan otros agricultores de la provincia que también reciben agua de otras cuencas.

Esto lo entienden perfectamente los usuarios de a pie del Vinalopó que abiertamente rechazan la instrumentalización partidista que de sus legítimas aspiraciones está efectuando el PP financiando una absurda y frustrante guerra del agua. Los socialistas preferimos desde la sensatez y desde la prudencia quitarle la espoleta a esta guerra en la que el PP nos quiere introducir, buscando soluciones de consenso que doten de garantía a unas muy nobles demandas. Demos pues como dijo John Lennon una oportunidad a la paz.

La mayor seguridad para que el Vinalopó reciba agua del Júcar, es que el Júcar no acabe como el río Segura. Si la situación de partida ha variado, habrá que valorar y tomar decisiones respecto del nuevo escenario. Si lo verdaderamente importante es que llegue el agua al Vinalopó, por donde llegue habrá de ser una cuestión meramente técnica.

El Gobierno Socialista está comprometido con hacer el mejor trasvase Júcar-Vinalopó posible, siendo para el ejecutivo central un compromiso incuestionable, como así demostró manteniendo esta obra de interés general en el Anexo II de la Ley del PHN recientemente modificada.

¿Quién nos ha llevado a esta situación? Obviamente el PP, que lleva diez años en la Generalitat Valenciana sin ejecutar su compromiso de modernizar unos regadíos para ahorrar agua. Al no haber hecho sus deberes el PP el Júcar hoy no tiene agua para trasvasar.

José María Marugán es consejero delegado de Aguas del Júcar, SA.

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