Such pide "respeto" y achaca las posibles enmiendas socialistas a la "distorsión" por el debate catalán

El portavoz adjunto en las Corts del PSPV-PSOE, Antoni Such, pidió ayer "respeto" al trabajo realizado por los socialistas valencianos y a la reforma del Estatuto "plenamente constitucional" aprobada por las Cortes valencianas y que "refleja la voluntad del 95% de los ciudadanos". Such salía así al paso de las manifestaciones del secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y el portavoz socialista en la Comisión Constitucional del Congreso, Ramón Jáuregui. Ambos anunciaron el domingo que el Congreso enmendará la cláusula Camps, que establece que el Estatut tendrá las mismas competencias y disposiciones de los estatutos que se tramiten posteriormente, y la que hace referencia a los derechos históricos.

Such achacó el anuncio a la "distorsión" que está produciendo el acalorado debate del Estatut catalán. Además, mostró su sorpresa por estos reparos dado que durante la elaboración del Estatut se han "mantenido múltiples reuniones en Madrid, tanto con la Ejecutiva Federal del PSOE como con los miembros de la Comisión Constitucional del Congreso, en las que se ha ratificado que el Estatut es plenamente constitucional". El texto ha sido apoyado tanto desde el PSOE como desde el Gobierno, reiteró el dirigente socialista, que le quitó importancia a la cláusula Camps, por ser una "obviedad" que se puede reformar un estatuto, al tiempo que indicaba que contaban con tan sólo alguna modificación de tipo técnico.

El responsable de Relaciones Institucionales de Esquerra Unida, Pasqual Mollá, afirmó ayer que "las prisas" que populares y socialistas tuvieron para presentar la reforma del Estatut han llevado a la situación actual de "estancamiento" del proceso.

El dirigente de EU, que calificó de "cutrerío" la cláusula Camps, indicó que en estos momentos se constata que la reforma del Estatut no sólo tiene "muchas insuficiencias", sino que además las "prisas" de los dos partidos mayoritarios han comportado "elementos defectuosos importantes".

El secretario general del Bloc, Enric Morera, calificó de "espectáculo ridículo" las diferencias en el seno socialista que "aún hace más vergonzoso el texto de la reforma pactado".