Andrónico Luksic, empresario chileno
Con 28 años compró su primera mina de cobre. A su muerte, con 78, el pasado día 18, el magnate chileno Andrónico Luksic poseía bancos, compañías telefónicas, de ferrocarriles o combustibles, entre otras, y una fortuna personal gracias a la cual figuraba en el número 132 de la lista elaborada por la revista Forbes de los hombres más ricos del mundo. Luksic dedicó su vida a construir un imperio empresarial y reunió un patrimonio personal estimado en 3.400 millones de dólares.
Nacido en 1926 en Antofagasta, al norte de Chile, solía relatar que su riqueza provenía en realidad de un monumental malentendido entre vendedores y compradores. Vendió su mina de cobre en 1954 a un grupo de empresarios japoneses que le ofrecieron "medio millón" por la propiedad. Luksic estaba convencido de que eran pesos chilenos, pero los compradores estaban hablando en dólares. Exactamente 10 veces más de la cantidad que el joven empresario tenía en mente como una gran venta. Naturalmente Luksic no sacó del error a los japoneses y alegaba que le había dado vergüenza explicar a los compradores el equívoco, no fueran éstos a sospechar que había gato encerrado en el negocio al conocer el auténtico precio de la mina.
Cierta o no en el caso de los japoneses, a favor de su explicación sobre la timidez está otra anécdota que protagonizó en la Universidad de La Sorbona, en París. Su padre le había enviado a estudiar tras años de ahorro y esfuerzo en la tienda de ultramarinos que poseía en Antofagasta, a donde había llegado a comienzos de siglo sin absolutamente nada. El primer día de clase un profesor le pidió que contara algo sobre Chile; su respuesta fue levantarse abrumado y no volver más.
Regresó a Chile y pasó a ser socio minoritario, con el 25% de las acciones, de una compañía minera dedicada a la explotación del cobre cuyo control obtuvo al poco tiempo. Cuando se produjo la "venta milagrosa" decidió diversificar los cientos de millones de pesos recibidos entre inversiones en todo tipo de actividades, estrategia que le permitió afrontar con garantías los periodos de vacas flacas. Luksic comenzó a gestionar con éxito todo tipo de compañías, primero solo y luego con la ayuda de sus hijos.
Durante la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990) el empresario tuvo problemas con el régimen militar por varias ventas que había realizado mientras la presidencia del país fue ocupada por el socialista Salvador Allende (1970-1973). Pinochet dejó a su grupo económico fuera de las privatizaciones que realizó. Cuando en los años ochenta una fuerte crisis económica azotó el país Luksic recogió los frutos de su estrategia diversificadora y sus empresas no sólo lograron resistir el embate sino que pudieron expandirse y adquirir otras firmas que atravesaban dificultades.
En la actualidad el grupo empresarial de Luksic está organizado en dos holdings. Uno es Quiñenco, que está formado por negocios financieros e industriales. El otro es Antofagasta Minerals, al que pertenecen empresas dedicadas a la minería, distribución de aguas y ferrocarriles.-
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