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La Junta prepara un decreto para regular los alojamientos turísticos no hoteleros

La patronal del sector confía en que la normativa acabe con la competencia desleal

La Consejería de Turismo, Comercio y Deportes se ha propuesto como tarea "prioritaria" para después del verano elaborar un decreto que regule los alojamientos en apartamentos y viviendas, un segmento en constante alza y en el que se detectan importantes bolsas de clandestinidad. La normativa incluirá una disposición adicional que establecerá ayudas económicas para la adaptación de establecimientos en situación ilegal. El verano pasado casi 1.300.000 turistas se alojaron en apartamentos de alquiler, el 16% del total de veraneantes.

La consejería que dirige Paulino Plata llevará el borrador a una próxima sesión de la Mesa del Turismo, pues pretende consensuar el texto con la patronal y los sindicatos del sector. Según el director general de Planificación Turística, Antonio Muñoz, se trata de unificar en una sola normativa todos los requisitos que deben cumplir los apartamentos turísticos, que ahora están sujetos a varias disposiciones y órdenes "dispersas y confusas", algunas de las cuales datan de hace 40 años.

Además de esta necesidad, el decreto será un paso más en el desarrollo reglamentario de la Ley del Turismo aprobada en 1999. Hasta ahora, se han promulgado en materia de alojamientos los decretos de hoteles, camping y turismo rural. "Es lógico que los apartamentos turísticos tengan también su norma, pues constituyen la segunda forma de alojamiento en importancia", asegura Muñoz.

El objetivo prioritario, según el director general, es ofrecer garantías al usuario, y mejorar la calidad de los alojamientos. El decreto establecerá requisitos de distinta índole -administrativo, ambientales, urbanísticos, y de seguridad, entre otros- y fijará una serie de servicios obligatorios que deben prestar los apartamentos turísticos.

Igual que en el decreto de hoteles, se establecerán categorías y, posiblemente, tipologías diferente según la ubicación y el tipo de clientes -urbanos, de playa, rurales-, a cada una de las cuales corresponden servicios obligatorios diferentes. Se creará también un registro de establecimientos, que ahora no existe, lo que, de forma añadida tendrá un efecto de mejora en las estadísticas que miden la actividad turística.

La regulación de este tipo de establecimientos es una vieja demanda de los hoteleros, que se quejan de la oferta desleal que les hacen determinados alojamientos que escapan de los controles y de las obligaciones tributarias y administrativas.

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Oferta clandestina

Muñoz reconoce que el decreto tiene también la aspiración de acabar con esta oferta clandestina. Admite que existen deficiencias en el sistema de control e inspecciones, pero recuerda que en esta materia tienen también competencia los ayuntamientos e insta a los empresarios hoteleros a un mayor compromiso en esta tarea, pues si bien sus quejas son constantes, rara vez se acompañan de denuncias, y "nadie mejor que ellos para saber donde hay intrusismo".

El presidente de la patronal hotelera andaluza, Miguel Sánchez, asegura que le da "más importancia a este decreto que al de hoteles". "A fin de cuentas los hoteles ya estábamos reglados, y hay que hacer un esfuerzo por cortar la oferta clandestina que nos causa un grave perjuicio", explica.

El alojamiento extrahotelero es un fenómeno en alza, y es el elegido por el 44% de los turistas que visitan Andalucía, aunque en la temporada de verano alcanza hasta el 55% y sobrepasa al hotelero. Según datos de la Encuesta de Coyuntura Turística de Andalucía, entre julio y septiembre de 2004 se alojaron en apartamentos y pisos de alquiler 1.259.500 turistas, el 16% del total. Pero además, otros 915.283 pernoctaron en casas de amigos o familiares, y unos 915.000 en viviendas propias.

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