Las riadas europeas dejan daños de cientos de millones

Tras varios días de inundaciones en el centro de Europa la prioridad es ahora la evacuación de las poblaciones atrapadas en zonas aisladas, mientras los gobiernos hacen cuentas de los daños materiales. Según las primeras estimaciones, éstos alcanzarían varios cientos de millones de euros en el conjunto de la región afectada.

Decenas de miles de personas trabajaban ayer en las tareas de limpieza. Únicamente en Suiza, los daños podrían alcanzar los 640 millones de euros, según informó la compañía Swiss Reinsurance a la BBC. El Ministerio de Finanzas de Bulgaria, que pidió el jueves ayuda al fondo de solidaridad de la Unión Europea, baraja la cifra de 435 millones de euros en daños. Rumania estima que sus pérdidas alcanzan los 240 millones. Por su parte, el canciller austriaco, Wolfgang Schuessel, estimó que los daños causados en su país a más de 100 millones de euros. Se calcula que en Alemania los daños han ascendido a una cifra similar.

El número de fallecidos ha vuelto a aumentar en Rumania, el país más afectado por las riadas, que contabiliza ya 33 muertos, según informó ayer el Ministerio de Interior rumano. En total son 44 las víctimas mortales causadas por las inundaciones en Europa. Las condiciones meteorológicas mejoran, aunque se esperan lluvias moderadas durante el fin de semana en Suiza y continúa el estado de alerta en Rumania y el sur de Baviera.

En Suiza, unas 400 personas fueron evacuadas de Brienz, en el centro del país -donde se registraron dos de las seis muertes ocurridas en el país-, por miedo a nuevos derrumbamientos. En la capital, Berna, los habitantes del barrio de Matte no pudieron regresar a sus casas. Las autoridades locales temen que las aguas hayan debilitado las estructuras de los edificios. Los turistas de Engelberg, del céntrico cantón de Obwald, bloqueados desde el lunes, debían ser evacuados ayer, al igual que ocurría en los Alpes austriacos.

En Alemania, donde murió un hombre de 28 años el miércoles, la situación seguía bajo vigilancia dado que el nivel del Danubio alcanzó su máximo en algunos puntos. Los servicios de socorro reforzaban las orillas de los ríos con sacos de arena para evitar posibles desbordamientos. El canciller alemán, Gerhard Schröder, que se encontraba ayer en Baviera, estimó que las reparaciones debían realizarse "cuanto antes".