Maragall insiste en que Cataluña es una nación y en que el Estado español es federal

Preocupado por las dificultades que han surgido para alcanzar el necesario consenso en la elaboración del nuevo Estatuto de Autonomía de Cataluña, el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, expuso ayer una síntesis de lo que en su opinión debe contener. En esta síntesis, Maragall destaca que Cataluña es "una nación en España", y que concibe a España como una nación de naciones organizada en un Estado federal. El presidente expresa también su idea de los derechos históricos indicando que Cataluña ha desarrollado su propio sistema en los ámbitos de la lengua, la cultura, el derecho civil y la organización territorial.

El presidente expuso en 11 puntos sus ideas sobre el contenido del nuevo Estatuto. Lo hizo en una intervención en un encuentro del grupo de opinión del PSC Nou Cicle, encabezado por el ex secretario general del partido, Raimon Obiols, celebrada anoche en Vilopriu (Girona).

Los 11 puntos son los siguientes: 1. Cataluña es una nación en el Estado español. 2. Cataluña ha vivido en los últimos 25 años la primera etapa histórica larga y sin tropiezos de autonomía, democracia y progreso. 3. La Generalitat restablecida en 1931 nunca ha dejado de existir, en tierra propia o en el exilio, gracias a la tenacidad de los presidentes Francesc Macià, Lluís Companys, Josep Irla, Josep Tarradellas y Jordi Pujol. 4. Cataluña considera a España como una nación de naciones y al Estado español como un Estado de carácter federal. 5. En caso de conflicto entre el derecho general español y el particular catalán se aplicará el principio de subsidiariedad. 6. Cataluña es y ha sido una nación solidaria con los pueblos de España, a los que transfiere una parte de los impuestos pagados por sus ciudadanos en función de un sistema fiscal general regido por el principio de obtener un nivel de servicios similar para un esfuerzo fiscal similar. 7. Cataluña ha desarrollado y se regirá por un sistema propio de regulación de servicios en los campos de la lengua, la cultura, el derecho civil y la organización territorial. 8. La tradición política democrática ha subrayado siempre en Cataluña la importancia del saber, la educación y la igualdad de derechos y, actualmente, la igualdad entre hombre y mujer. 9. Tanto como el mantenimiento del derecho propio es decisivo para los catalanes el acceso a sistemas universales de comunicación, transporte, innovación y tecnología. 10. A través del Estado, Cataluña pertenece a la Unión Europea. Y 11, en el marco de la Unión Europea, Cataluña ofrece su colaboración a las comunidades y regiones vecinas para formar una eurorregión en el marco de sus competencias e intereses.

"Callejón sin salida"

No es la única síntesis sobre el Estatuto que Maragall ha escrito estos días. En la carta que remitió el martes a los cinco presidentes de los grupos parlamentarios para convocarles a una ronda de consultas políticas, resumía también, en forma muy crítica, la situación en que se encuentra el proceso.

En esta carta, el presidente reconoce que el Estatuto se encuentra "en un callejón sin salida" y, con una franqueza inhabitual en este tipo de situaciones, advierte de que "en las actuales condiciones se hace muy difícil pensar que el proyecto se pueda aprobar".

Dicho esto, lamenta también que el debate público sobre esta reforma haya derivado en las últimas semanas hacia "la atribución de responsabilidades y las previsibles consecuencias sobre un eventual fracaso" del proceso.

Aunque el presidente catalán afirma que "las dificultades no son insalvables", advierte también de que sería un gran error desperdiciar la ocasión que representa contar en el Congreso de los Diputados con una mayoría favorable a esta reforma. "Sería una decepción para las expectativas generadas, debilitaría a Cataluña en España y aplazaría sine die una reforma que todos estimamos urgente e imprescindible para la Cataluña de hoy", dice.

Por estas razones, Maragall hace "un llamamiento a la responsabilidad y el acuerdo" y pide a todos los partidos "contención en el debate público" sobre el Estatuto. "No es hora de proclamar posiciones irrenunciables, sino el momento del diálogo y la negociación".