Frank Proffitt Junior, folclorista estadounidense

A primeros de agosto fallecía en Todd, Carolina del Norte, el gran folclorista y cuentacuentos Frank Proffitt Junior, heredero de dos ramas familiares, los Proffitt y los Hicks, que desempeñaron un papel decisivo en la conservación de las tradiciones orales de los montes Appalaches. Proffitt, que sufrió un repentino ataque al corazón, tenía 59 años y será recordado como un importante intérprete del banjo sin trastes (uno de los instrumentos más característicos en la América rural) y del dulcimer o dulcema, secular artilugio de cuerda percutida similar a la cítara.

Frank Proffitt Jr. tenía sólo 19 años cuando falleció su padre, pero de él aprendió un respeto casi devoto por las melodías de aquellas tierras y gracias a él pudo recuperar la canción Tom Dooley, que el eminente folclorista Alan Lomax recogió en el volumen Folk song USA y que en 1958 interpretó el grupo The Kingston Trio. Proffitt también la grabó por su cuenta, con el título de Tom Dula (un guiño al acento de Carolina del Norte).

Mejoró las técnicas de banjo y dulcimer que le había transmitido su progenitor y a los 22 años ya había desarrollado una trayectoria propia en los circuitos folclóricos, lo que incluía el debú en el prestigioso festival de Newport. Posteriormente, realizó giras desde Massachusetts a Tejas, California o Escocia.

Sólo grabó un álbum con su nombre (Kickin' up dust, Cloudlands Records), además de coordinar el homenaje discográfico que en el año 2000 se rindió a su padre bajo el título de Nothing seems better to me: The music of Frank Proffitt.-