"Mis hijos no quieren saber nada de mí ni de mi familia"

María (nombre supuesto) se separó hace varios años de mutuo acuerdo y se quedó con la custodia de sus dos hijos. Tenía una grave enfermedad. "Yo tenía poco dinero. Él les compraba muchas cosas y les decía que la ropa que yo les ponía era una mierda. A mí me veían enferma, operada, con puntos, mientras que la vida con él era maravillosa". Algunos años más tarde, el padre pidió la custodia de sus hijos, pero no se la concedieron. En ese momento, los menores dijeron al juez que estaban bien tanto con su madre como con su padre. "Mi ex marido me dijo entonces que los niños iban a ser suyos tarde o temprano".

Los niños empezaron a tener cada vez menos respeto y más poder sobre ella. "Mi hijo me insultaba constantemente. Y mi hija me dijo un día que me odiaba porque yo era una asesina. El padre le había contado que yo aborté una vez cuando estábamos casados. Era algo que no sabían ni mis padres".

Después del juicio por el cambio de custodia, María estaba muy enferma, por lo que decidió ceder temporalmente la guarda de los niños al padre, que vivía en otra ciudad. "Entonces empezaron los problemas para ver a mis hijos. Yo no podía viajar por mi enfermedad, no les podía pagar billetes de avión y él no los dejaba venir en autobús o tren. Sólo los veía en vacaciones".

María puso varias denuncias por incumplimiento del régimen de visitas. Cuando un tribunal requirió al padre para que cumpliera, éste la denunció por abusar sexualmente de su hijo, procedimiento que sigue en fase de instrucción. El juzgado suspendió las visitas cautelarmente, pero la Audiencia Provincial decidió hace un año que debía restablecerse la relación entre la madre y los hijos. Todavía no los ha visto. "Se murió una tía mía a la que ellos adoraban y antes les había escrito para que la llamaran, pero no lo hicieron. No quieren saber nada de mí ni de mi familia".