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Crítica:LA LIDIA | Bilbao | CULTURA Y ESPECTÁCULOS
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El pasodoble de Azofra

Lo poco de interés en la corrida de ayer estuvo fuera del ruedo. Acaeció en los palcos donde se ubican los críticos. A los pocos minutos de empezar el festejo llegó la primera noticia: en San Sebastián, Juan José Padilla había conseguido que indultaran un toro de Victorino Martín. Alguien apuntó que tenía que ser un toro muy bueno para que fuera justamente Padilla quien lograra ese indulto. El primer toro de la corrida que estábamos viendo lo tumbó de una buena estocada Uceda Leal. Fue lo único de valor en su cuenta. En el segundo toro de la tarde, el colombiano Luis Bolívar inició la faena con estatuarios. Toreó a continuación atracándose de vulgaridad. A todo esto, uno de los críticos, Pedro Mari Azofra, informó a la crítica de que si llegara a tocarse la música de ese toro, sonaría un pasodoble que el maestro riojano, y paisano suyo, J. Fernández Rojas compuso para él en su honor. Toda la crítica, como es natural, estuvo por unanimidad pendiente del presidente. Con los ojos e incluso con alguna voz instaron al presidente para que hiciera sonar el pasodoble de Azofra. Al final, el presidente sacó el pañuelo ordenando que la banda municipal tocara el pasodoble. No duró mucho la alegría de la crítica, pues a los tres compases el torero pidió con gesto enérgico que cortaran los sones musicales. La decepción fue enorme entre los críticos. El diestro conformó una faena aún más vulgar que la enseñada en su primer toro. Pero eso no le importó al presidente y le concedió erróneamente una oreja no merecida.

Domecq / Uceda, Bolívar, Cortés

Toros del Marqués de Domecq: desiguales de juego, faltos de fuerza la mayoría, destacaron 2º y 5º. Uceda Leal: estocada (silencio); dos pinchazos y estocada caída (silencio). Luis Bolívar: estocada -aviso- (oreja); pinchazo y estocada (silencio). Salvador Cortés: pinchazo y estocada desprendida (silencio); estocada (silencio). Plaza de Vista Alegre. 21 de agosto, 2ª de feria. Menos de media entrada.

No acabó de salir el tercero, un manso sin fuerza, de embestida descompuesta, cuando llegó otra noticia: a Enrique Ponce le había cogido un toro en el Puerto de Santamaría. Tenía más enjundia esa noticia que lo poco que podía lidiar Salvador Cortés, a quien correspondía el toro, y que había sustituido a Serafín Marín. Su toro no valía nada.

En los toros cuarto y quinto, tanto Uceda Leal como Luis Bolívar estuvieron faltos de calidad y hondura.

El sexto de la tarde era un manso sin paliativos. Además, descastado y cobarde. No tuvo suerte Salvador Cortés. Y eso que la crítica esperaba mucho de este torero. Al final, la banda municipal tocó el pasodoble de Pedro Mari Azofra. Los críticos escucharon con sumo interés los compases y salieron a estampida a dictar sus crónicas.

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