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Crítica:COMER
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Fusión italiana con productos gallegos

GALILEO, restaurante orensano con recetas sencillas y dietéticas

José Carlos Capel

De manera silenciosa, sin apenas hacer ruido ni buscar la notoriedad con platos estrafalarios, Flavio Morganti y su restaurante Galileo han ido escalando posiciones hasta colocarse en un lugar destacado en el ámbito de la cocina española contemporánea. Quizá se trate del mejor ejemplo de fusión de las cocinas ibérica e italiana. O lo que es igual, de la más lograda superposición de las técnicas culinarias del país transalpino a los productos gallegos. Su progresión en Ourense, ciudad donde está triunfando, ha seguido una trayectoria muy firme. Flavio Morganti abrió la cafetería Baviera en 1991; amplió su actividad en 1999 con este restaurante situado a las afueras, y remató en 2001 con la gran pizzería Mamma Mia, lugar desenfadado que llena a diario. La cocina de Galileo está al día en las corrientes de moda. Respeta el sabor de las materias primas; se basa en recetas sencillas y dietéticas; controla bien los puntos de cocción de carnes y pescados; hace alarde de un gran sentido estético y demuestra acierto en los aderezos. En suma, un ejemplo de sensibilidad y equilibrio.

GALILEO

Carretera de Ourense-Trives, kilómetro 12. Santa Baia. Pereiro de Aguiar (a 15 kilómetros de Ourense). Teléfonos: 988 38 00 82 y 988 38 04 25. Cierra domingos noche y lunes. Menú degustación: a partir de 45 euros. Revuelto de grelos y gambas de Huelva, 12. Manitas de cerdo gratinadas con provolone, 11. Medallones de rape con salsa de azafrán, 21. Semifrío de avellana y fruta confitada, 6.

Pan ... 4

Café ... 5

Bodega ... 6,5

Aseos ... 7

Ambiente ... 9,5

Servicio ... 9

Delicados aperitivos

Se empieza con un delicioso capuchino de calabacín con patatas chip y alcachofas; con unas lascas de lubina y salmón marinadas con ensalada, y con una copita de berberechos sobre lecho de cebollitas. Tres delicados aperitivos. Con determinados platos queda de manifiesto la debilidad de Morganti por los quesos italianos, que en ocasiones mezcla con las carnes y los mariscos hasta sobrepasar los límites razonables: la cola de bogavante, bien tersa, sale perjudicada por efecto de una suave crema de parmesano, y la suculenta manita de cerdo no se beneficia nada con el gratinado de queso provolone. ¿Lácteos con mariscos y casquería?

Es agradable el escalope de foie-gras sobre compota de manzana, y genial la sopita de jerez con gambas de Huelva, plato de una pureza extrema. A la hora de componer el menú hay que tener presente que las raciones de Galileo son copiosas. En general, bastan algunos entrantes para compartir seguidos de un plato fuerte. Es una pena que el medallón de rape a la salsa de azafrán se descompense por efecto de unas alubias negras con hollejo y bastante duras. O que el soberbio pichón asado se sirva en compañía de un risotto (arroz) exageradamente al dente, incluso para el gusto italiano.

Comedor del restaurante Galileo, cerca de Ourense.
Comedor del restaurante Galileo, cerca de Ourense.IRENE MOLINA

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TENTACIONES GOLOSAS

EL RESTAURANTE GALILEO se encuentra en una antigua casona gallega a las afueras de Ourense, restaurada con un sentido estético encomiable. Aparte de los comedores privados, que se distribuyen a la altura de la calzada, el lugar más espectacular lo ocupa el salón situado en la segunda planta. A la hora de reservar conviene tener presente que junto a la gran cristalera, que remata uno de los extremos del comedor, se alinean las mesas con las mejores vistas. De la dirección del servicio de sala se ocupa Joaquina Prado, esposa de Morganti, que supervisa los detalles. El resto de este gran equipo lo componen Francisco Rey Domínguez, además del joven Daniel, y Manuel de Santiago, un sumiller de campanillas. Antes de los postres se suele ofrecer una degustación de quesos italianos y españoles, en compañía de dulces de frutas. Lo que no se entiende es que en el corazón de Galicia, el último reducto español de los panes artesanos, la calidad de las piezas que ofrece Galileo sea mala. El capítulo dulce supera, incluso, al salado. Propuestas como el timbal de manzana especiada con crema inglesa a la vainilla o el semifrío de avellana y fruta confitada son un ejemplo de tentación golosa. Los menús degustación se organizan a petición de los comensales. A partir de 45 euros en adelante, Morganti trabaja por encargo al precio que se pacte y los platos que se deseen. La lista de vinos, bastante bien pertrechada, se completa con una carta de las mejores aguas minerales españolas e italianas.

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Sobre la firma

José Carlos Capel
Economista. Crítico de EL PAÍS desde hace 34 años. Miembro de la Real Academia de Gastronomía y de varias cofradías gastronómicas españolas y europeas, incluida la de Gastrónomos Pobres. Fundador en 2003 del congreso de alta cocina Madrid Fusión. Tiene publicados 45 libros de literatura gastronómica. Cocina por afición, sobre todo los desayunos.

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