El Consistorio utilizará agua filtrada del metro para el riego y el baldeo

Un novedoso sistema de drenaje permitirá al Ayuntamiento de Madrid aprovechar las aguas freáticas procedentes de la red de metro de la capital para destinarlas a fuentes, riego de zonas verdes, baldeo de calles y limpieza de alcantarillado. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, anunció ayer que con este Plan Especial de Aprovechamiento pretende ahorrar 4,4 hectómetros cúbicos anuales, una cantidad similar a la que consume la ciudad de Ávila, donde viven 52.000 personas, justo en periodo de máxima sequía.

En la estación de metro de Batán (línea 10), el Ayuntamiento ha construido un depósito de 15 metros cúbicos que ya está recogiendo el caudal procedente de las aguas infiltradas del subterráneo. El líquido es bombeado desde estos túneles, analizado y recogido por un camión cisterna para su posterior reutilización en riego o limpieza.

Batán, junto con la estación de Príncipe Pío, son los primeros de los 20 pozos de drenaje (entre los 100 existentes) que el Ayuntamiento ha elegido para instalar un equipo electromecánico (que impide la inundación del depósito), un sensor que mide la calidad de las aguas y un dispositivo automático que dirige el agua a un depósito para después utilizarla. Cada sistema instalado le costará al Ayuntamiento cinco millones de euros.

En Batán, los recursos hídricos permiten recoger 50 metros cúbicos por segundo, mientras que en Príncipe Pío se recupera casi la mitad de ese volumen.

Cuando los 20 pozos estén listos para recoger el agua freática, ahorrarán hasta 4,4 hectómetros cúbicos anuales. A ellos hay que añadir los 21,7 que el Ayuntamiento pretende recuperar con el proyecto Plan de Reutilización de Aguas, una iniciativa que Gallardón denominó la "M-30 del agua" y que consiste en construir una red de 108 kilómetros de suministro de agua reciclada, que circunvalará la ciudad y que recuperará el mismo volumen de líquido que consume anualmente Alcalá de Henares.

"Ambos proyectos, con una inversión de 94 millones de euros, proporcionarán un incremento real de los recursos hídricos de Madrid, ya que aprovecharán caudales que, de otro modo, serían vertidos a los ríos Manzanares y Jarama", precisó el alcalde.

Los 26 hectómetros cúbicos que se ahorrarán gracias a estos planes municipales se podrán utilizar para regar 3.500 hectáreas de zonas verdes y baldear 4.240 hectáreas de calles en un momento de máxima sequía.

La Comunidad avanzó el miércoles que en septiembre la región entrará en fase de "sequía severa". Una carencia de agua que se reflejaba en el agua almacenada: ese día los embalses de Madrid estaban al 45% de su capacidad, mientras que en el mismo periodo del año pasado registraban un 78,9%.

Pese a ello, el Ayuntamiento anunció ayer que desde que entraron en vigor las medidas de ahorro de agua decretadas en julio, se ha registrado una reducción de un 30% en el consumo de agua potable.

Para que no haya problemas de contaminaciones en las aguas filtradas, el Consistorio construirá una estación automática de control de calidad que derivará el agua de los pozos a la red de saneamiento o hacia la presa de Zarzón, dependiendo de los resultados de los análisis.

En Batán, el agua que sobre después de utilizarla para la limpieza y el riego será desviada al arroyo de Meaques, mediante una conducción de 525 metros, para aumentar su caudal.

Además, el Ayuntamiento invertirá 300.000 euros en limpiar este arroyo, de 10.400 metros a su paso por Madrid, lo que mejorará su paso por la casa de Campo, así como las aguas que se vierten al Manzanares.

Durante la visita de ayer a la instalación de extracción de aguas del metro de Batán, Gallardón tuvo que escuchar las protestas de los jardineros municipales que denunciaron la falta de plantilla que, en su opinión, padecen.