La policía de Londres trató de impedir la investigación de la muerte del brasileño
La comisión encargada del caso tardará más de tres meses en emitir sus conclusiones
El jefe de Scotland Yard, Ian Blair, intentó que la Comisión Independiente de Investigación de Quejas de la Policía (CIIQ, en inglés) no investigara la muerte del brasileño Jean Charles de Menezes, de 27 años, al que la policía mató el 22 de julio en el metro de Londres. Tras reconocer el error, Blair declaró el 23 de julio que De Menezes vestía un abrigo abultado, que huyó de la policía cuando le dieron el alto y que su comportamiento era sospechoso. Los documentos filtrados esta semana al canal ITV desmienten esas declaraciones.
La misma mañana en que murió el electricista brasileño, Ian Blair escribió a sus superiores en el Ministerio del Interior para que la comisión independiente no interviniera. Cinco días tardó la comisión en tomar oficialmente el caso. Ese tiempo, según los abogados de la familia del brasileño, era vital para recabar pruebas que "pueden haberse perdido".
Ahora, todas las miradas se ciernen sobre Blair y sobre una mujer a quien muchos compañeros consideran una de las profesionales más capacitadas en Scotland Yard. Se llama Cressida Dick, tiene 45 años y era la jefa que coordinaba la operación del 22 de julio que acabó con la vida del brasileño. Cressida Dick coordinaba esa mañana a todos sus hombres desde las oficinas centrales de Scotland Yard. Varios periódicos han publicado declaraciones de policías que aseguran haberle oído que se siente "devastada" por la muerte de un inocente. Las mismas fuentes anónimas afirman que ella no dio la orden de que mataran al sospechoso, sino de que lo detuvieran. La comisión independiente, a cuyas órdenes trabajan 84 investigadores, asegura que tardará entre tres y seis meses en emitir sus conclusiones.
El presidente de la comisión, John Wadham, reconoció ayer que la Policía Metropolitana se resistió a que la comisión tomara las riendas del caso. "Pero al final logramos superar ese obstáculo. Fue una victoria muy importante para nuestra independencia. La disputa nos ha causado algún retraso en la investigación, pero hemos trabajado duro para recuperar el terreno perdido. Cuando alcancemos las conclusiones podremos decirle a la familia exactamente qué ocurrió".
Ayer se filtraron más detalles sobre una investigación supuestamente secreta. La pista que llevó a la policía hacia el número 21 de la calle Scotia Road, al sur de Londres donde vivía De Menezes, fue una tarjeta como socio de un gimnasio a nombre de Osman Husein, el terrorista detenido en Italia en relación a los atentados fallidos del 21 de julio. A las 6.04 varios policías vestidos de paisano llegaron al edificio para vigilarlo. Uno de los agentes, cuyo nombre codificado era el de Tango 10, era el encargado de filmar con una minicámara de vídeo a todos los vecinos para comparar sus caras con las imágenes que se tenían de Osman Husein.
A las 9.33 salió De Menezes del bloque, pero Tango 10 se encontraba orinando en ese momento, con lo cual no pudo filmarlo. El brasileño subió a un autobús y un segundo equipo de vigilancia tomó el relevo. Ayer se supo que De Menezes bajó a las 9.47 de un autobús y volvió a subir a las 9.49. Se desconoce la causa. A las 10.02 bajó del autobús y se dirigió a la estación de metro vigilado por varios policías. En ese momento, Dick ordenó que se impidiera al sospechoso entrar en el metro. De Menezes sólo corrió cuando llegó el tren. Pero aún no está claro si huía de la policía o no. En el vagón viajaba Mark Whitby, un inspector de higiene, de 47 años, quien declaró: "Corrió hacia el tren perseguido por tres agentes. Uno de ellos llevaba una pistola negra. Cuando entró le miré la cara. El miró a la izquierda y a la derecha, pero parecía un conejo acorralado. Estaba absolutamente aterrorizado".
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