Defensa cree que el Cougar cayó tras rozar el suelo por accidente

La reconstrucción de los hechos que hacen los investigadores sería la siguiente, según las primeras hipótesis: tras sobrevolar la última colina, antes de adentrarse en la llanura, el helicóptero que iba en cabeza inició el descenso con tan mala fortuna que tocó con un promontorio, lo que le llevó a perder el control y estrellarse a escasa distancia. Entre una colisión y otra no debieron de transcurrir más de dos segundos, según las fuentes consultadas.

El ministro de Defensa, José Bono, optó ayer por la cautela y reiteró: "No se puede descartar ninguna hipótesis". Ni siquiera la del ataque. Sin embargo, en la videoconferencia que mantuvo desde Afganistán con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero señaló que lo más probable es que "un viento fuerte y racheado en el momento en el que el helicóptero sobrevolaba la cresta final de las montañas pudo haberlo abatido hacia el suelo".

Bono llegó ayer por la mañana a Herat acompañado de 33 personas, incluidos el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, José Antonio García González; el representante diplomático de España en Afganistán, José Turpín; el jefe de la comisión de investigación de accidentes aéreos, el general Enrique Pina, y los 13 miembros del equipo de identificación de cadáveres de la Guardia Civil y dos patólogos militares.

Basándose en las huellas dactilares y las placas odontológicas, ayer quedó identificada la mayor parte de los cadáveres, según Defensa. La repatriación se producirá hoy. El ministro regresará con los féretros hasta la base aérea de Getafe.