Los carburantes marcan máximos y las bolsas caen

Los precios medios de todos los carburantes siguieron marcando ayer máximos históricos. El desfase entre la subida del petróleo, de más del 60% desde comienzos de año, y su repercusión en el producto final empuja día tras día a los combustibles que se comercializan en las gasolineras a niveles récord. Mientras tanto, las bolsas acabaron la jornada con pérdidas.

El precio medio de la gasolina sin plomo 95 se situó ayer en 1,026 euros por litro, un 21,71% más que a comienzos de año. El coste de la nueva súper aditivada (gasolina 97) se ha incrementado 19,1 céntimos, pasando de 92,3 céntimos a 1,114 euros, con un aumento del 20,69%. La gasolina sin plomo de 98 octanos valía ayer 1,141 euros por litro, frente a los 93 céntimos de euro de inicios del año, lo que supone un alza del 22,69%. Los precios de los gasóleos también vuelven a moverse al alza. Así, el precio medio del gasóleo de automoción, el más utilizado en el mercado español, se situó en los 94,3 céntimos, un 16,71% más que a comienzos de año.

En cuanto al petróleo, ayer fue un día de transición. El barril de brent, crudo de referencia en Europa, para entrega en septiembre cerró en 65,08 dólares, por debajo del cierre del lunes pasado. Se trata de la segunda bajada consecutiva del barril. El precio del crudo de Texas se mantuvo ayer entre los 66 y 67 dólares, mientras los operadores aguardan a conocer hoy el estado de las reservas en EE UU y la evolución de la demanda y de la actividad en las refinerías.

Los récords consecutivos de los precios de los combustibles preocupan también cada vez más a los estadounidenses, pero, por ahora, no han hecho mella en los hábitos de los conductores. El precio medio de la gasolina normal en Estados Unidos se sitúo ayer en un nuevo récord de 2,55 dólares por galón (3,78 litros), según anunció el Departamento de Energía.

Los mercados bursátiles terminaron la sesión a la baja, aunque no fue el petróleo el principal causante, según los analistas, sino los malos resultados empresariales en EE UU, que se tradujeron en una caída del 1,14% del Dow Jones. En Europa, las principales plazas registraron pérdidas, como la caída del 0,78% de Francfort y del 0,44% del Ibex.