La NASA reconoce que ha de rediseñar de nuevo los tanques de los transbordadores

La NASA no lanzará el transbordador Atlantis el mes próximo, porque necesita hacer nuevos cambios en el diseño de los tanques de combustible para evitar que se desprendan durante el lanzamiento trozos peligrosos del aislante que les recubre, reconocieron ayer los directores del programa de transbordadores. Tras el desastre del Columbia en febrero de 2003, la NASA y la empresa Lockheed Martin, que fabrica el tanque, introdujeron cambios en los procesos de fabricación y en el diseño que han costado 160 millones de euros. Sin embargo, se desprendieron al menos cinco trozos de mucho mayor tamaño que el aceptable durante el lanzamiento del Discovery el pasado 26 de julio, lo que provocó preocupación por esa misión y la decisión de suspender todos los vuelos mientras no se pueda garantizar la seguridad del vehículo y sus tripulantes.

A pesar de ello, la semana pasada, el director de la NASA se mostró confiado en que puedan volver a volar los transbordadores antes de fin de año e incluso mantuvo la fecha del 22 de setiembre como posible para el siguiente lanzamiento. El vuelo del Discovery, que aterrizó sin novedad el pasado martes en California, fue el primero de un transbordador tras el accidente del Columbia. Se han establecido dos equipos de ingeniería para determinar la causa de los desprendimientos, pero todavía no hay conclusiones. Uno de los equipos estudia los desprendimientos durante el lanzamiento del Discovery y otro todo el proceso de fabricación del tanque.

Será necesario hacer "cambios menores de ingeniería", dijo ayer Bill Gerstenmaier, director del programa de la Estación Espacial Internacional. La decisión de hacer cambios implica que habrá que desechar el tanque ya terminado que corresponde al Atlantis y dotarle de uno nuevo fabricado según las nuevas especificaciones.