Rojo recalca que no busca una coalición con el PNV, sino "hacer decisivo" al PSE

El presidente del Senado y líder del PSE alavés, Javier Rojo, abogó ayer en declaraciones a este periódico por "pasar página" al empate parlamentario entre constitucionalistas y nacionalistas y negó que sus palabras sobre posibles acuerdos con el PNV puedan interpretarse en términos de búsqueda de una nueva coalición con ese partido, al estilo de las que gobernaron Euskadi en los 90. "Lo que busco es que el PSE sea la fuerza determinante e imprescindible para liderar Euskadi, y eso requiere una posición de centralidad que convierta en útil todo lo que hagamos", destacó.

Rojo respondió también a las declaraciones de la secretaria de la ejecutiva del PNV, Josune Ariztondo, quien entendió que la irrupción del presidente del Senado se debe a que los dirigentes del PSE "se están situando" de cara a su congreso, previsto para octubre, y les pidió que "no monten una serpiente de verano" respecto a sus eventuales futuras relaciones con el nacionalismo. "Ni el PNV ni el PP quieren que nosotros nos movamos, pero el PSE, desde su autonomía, lo va a hacer, y sin ningún problema, porque somos nosotros y no ellos quienes hemos subido en escaños, en votos y en conexión con la sociedad", destacó Rojo. "Si alguien tiene que recapitular, son esos dos partidos", afirmó.

Rojo sigue defendiendo que su partido debe abordar esta cuestión en su próximo congreso para responder a los cambios registrados en la situación política debido al relevo en el Gobierno central y al resultado de las pasadas autonómicas. Ambas circunstancias, entiende, han colocado a su partido ante "una oportunidad histórica", en la que consideraría "un error actuar en términos de pasado". Para Rojo, el congreso socialista debe desarrollar y concretar en su ponencia política, en la que ya está trabajando la ejecutiva, el enunciado electoral de su campaña, en el que apostaba por "vivir juntos, decidir juntos, resolver juntos".

A su juicio, el PSE tiene que "aprovechar el momento", brindado por las elecciones de abril, que le convirtieron en el único de los tres grandes partidos vascos que crecía en apoyo, mientras el PNV perdía 140.000 votos y el PP, 120.000. "A nadie debería olvidársele en ningún momento que gobernamos en España" , advierte. "Y como Euskadi es una parte muy importante de España, está en la agenda y en los intereses del Gobierno como una de sus grandes prioridades" .

Escaños "determinantes"

Rojo descarta que la definición de esa política para los próximos cuatro años vaya a abrir un período problemático en su partido. "No tenemos ningún lío ni lo vamos a tener. La mayoría va a compartir esta posición, salvo que alguno piense que estamos hablando de coaliciones, porque no se trata de eso", asegura.

En su análisis, el empate arrojado por las elecciones de abril coloca al PSE ante la responsabilidad de impedir que la legislatura recién iniciada resulte como la anterior. "Quiero que los escaños del PSE sean determinantes, imprescindibles en el quehacer y el funcionamiento de la comunidad autónoma, que nosotros seamos la pieza útil, la que está reclamando la sociedad vasca ante la situación de parálisis del Gobierno vasco", apunta. Rojo quiere evitar que las críticas del PP o la "falta de claridad" del PNV suman a su partido "en el inmovilismo" y le bloqueen la capacidad de acción hasta el punto de "dejar que sean otros, además los más radicales, los que decidan el día a día de la política vasca", señala, en referencia a EHAK.

El dirigente socialista asegura además que su partido recibe constantemente la demanda de una intervención decidida y decisiva en el sentido que él defiende desde sectores tanto empresariales como sindicales y sociales "hartos de que nadie resuelva sus problemas".