Detenido un soldado en Sevilla por almacenar en su casa un arsenal

E. S. C., de 25 años y soldado del Ejército de Tierra en la base de Cerro Muriano (Córdoba) fue detenido el domingo en su domicilio de la barriada sevillana de Torreblanca por almacenar en el inmueble un arsenal de armas y explosivos militares. La policía informó ayer de que la detención se produjo después de que explotase un artefacto casero en el patio trasero del bloque de viviendas donde reside el militar.

Los explosivos hallados en el registro de la vivienda del militar, nacido en Ucrania y nacionalizado español, proceden de la base de Cerro Muriano, donde el soldado estaba destinado como mecánico, según confirmaron fuentes policiales. Entre el material intervenido destacan 10 kilos de pólvora negra granulada, tres kilogramos de trilita, 13 granadas de diferentes modelos, munición de los calibres 5.56 y 7.62, diversos proyectiles rompedores y perforantes, y distintos componentes de artefactos como espoletas y detonadores. Además, en un armario de su habitación, el militar guardaba una bomba casera.

El detenido, que arguyó que almacenaba los explosivos por coleccionismo, fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 19 de Sevilla, que decretó su ingreso en prisión. Se le imputa un delito de tenencia de explosivos y daños.

En el patio trasero del bloque, entre la ropa tendida, cuatro niños miraban ayer curiosos unos círculos pintados con tiza en el suelo y en la pared. Y en el centro de cada marca, un agujero. Eran las huellas de la metralla dejada por la bomba cuya explosión llevó a la detención del soldado el pasado domingo.

Explosión en el patio

"Fue por la mañana, hacia las doce. Estaba toqueteando la bomba, pero algo pasó, se le fue de las manos y la soltó en el patio", recuerda un grupo de vecinos de un inmueble número 9, contiguo en la misma calle. "Fue como un petardo gigante", aseguraron algunos vecinos, todavía asustados. "Nos ha dicho que nos hemos escapado de algo peor por los pelos". Con la explosión, los vecinos se asustaron y llamaron a policía.

"Vinieron varios furgones y los agentes estuvieron todo el día, hasta las once de la noche, entrando y saliendo con las bombas", aseguró una vecina. "Cuando llegó la policía no sabían que era él y actuó como si no pasara nada. Entonces, aprovechó para empezar a sacar cajas del bloque y tirarlas en un contenedor de basura". Posteriormente, el soldado fue identificado y esposado, "pero en todo momento mantuvo la calma", afirmaron las vecinas.

"Tanto él como su madre, estaban completamente relajados durante el registro". Según estos testigos, el mecánico del Ejército vivía desde hace tres años con su madre en la segunda planta del inmueble de tres pisos. "Él es un muchacho que apenas se relacionaba con los vecinos, pero desde luego nadie sabía nada, de lo que tenía", afirmó otro inquilino.

El Ministerio de Defensa, indicó ayer que no se "había echado en falta" el material robado en la unidad, que un equipo de expertos examina ahora para determinar su relevancia. Mientras, se ha abierto una instrucción informativa en la unidad y, una vez se pronuncie el juez que instruye el caso, se tomarán medidas disciplinarias contra el soldado.