Castilla del Pino comenta su obra autobiográfica en la UIMP
El psiquiatra y escritor Carlos Castilla del Pino (San Roque, Cádiz, 1922) confesó ayer que escribir su autobiografía (en dos partes: Pretérito imperfecto y Casa del olivo) le quitó un peso de encima, pero "no liquidó por completo" su "trauma tan extraordinario" por vivir la Guerra Civil.
Castilla del Pino aseguró en los Martes literarios de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) que pensó que su autobiografía le ayudaría a curarse por completo; sin embargo, al escribir, "uno puede adquirir cierta objetividad sobre los hechos, pero el trauma sigue funcionando", afirmó.
El académico de la RAE dijo que en una autobiografía el escritor se conoce a sí mismo "por lo que cuenta como por lo que deja de contar", y que le ayuda a "poner orden" en ese conocimiento. Aunque afirmó con modestia que no fue su caso, pues él tenía "bastante orden autobiográfico" debido a la "huella indeleble" de la Guerra Civil y el franquismo.
En su opinión, un psiquiatra no tiene instrumentos para conocerse más a sí mismo que las demás personas, ya que "puede ser muy cobarde y no querer abundar suficientemente".
El escritor, que también participa en el curso Las tres formas de la vida humana: íntima, privada y pública, habló de que fantasear en la vida íntima representa un gran alivio, "porque vivir muchas horas en la vida pública es muy fatigoso", ya que las personas están obligadas a actuar por convenciones sociales. Aconseja que no hay que aplicar los mismos criterios para los distintos tipos de vida porque se puede llegar a la "insania", que, afirmó, "es lo que ocurre con Don Quijote". La fantasía de Alonso Quijano es ser caballero andante y, "no sólo es que se lo crea, es que lo está viviendo, y eso es la locura", explicó.
Diferencias
Castilla del Pino aseguró que hay que distinguir las memorias de las autobiografías. Las memorias las hacen los personajes públicos que son importantes a nivel político o histórico y que se deben juzgar a base de la veracidad que tienen "sobre los aspectos en que se circunscriben". Citó los casos de Manuel Fraga, López Rodó y Santiago Carrillo. Confesó que este tipo de memorias le "interesan poco".
Las autobiografías, que sí despiertan su interés, son las de "gente que no tiene tanta relevancia histórica, pero que sin embargo me suministran otro tipo de conocimiento del ser humano", dijo. En este caso, aseguró que la autobiografía de Jesús Pardo, sobre todo el primer volumen (Autorretrato sin retoques), le gustó mucho.
El autor de Cordura y locura en Cervantes aseguró que no escribirá una tercera parte de su autobiografía porque "sería ya demasiado pedirle al público".
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