Interior dispuso desde 2003 de vídeos de mezquitas donde se alentaba el terrorismo
La mujer de uno de los implicados en los atentados del 11-M facilitó las grabaciones a la policía
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, dependientes del Ministerio del Interior, conocían con algún detalle antes del 11 de marzo de 2004 que la amenaza del terror islamista crecía en España. De hecho, los documentos reservados que los servicios de información de la policía y de la Guardia Civil redactaron desde los atentados de septiembre de 2001 en Estados Unidos hasta los de marzo de 2004 en Madrid alertaban sobre la creciente amenaza del terrorismo islamista en España.
Además, según figura en la parte del sumario sobre la que el juez Juan Del Olmo ha decretado el levantamiento parcial del secreto, las fuerzas de seguridad contaban con grabaciones en vídeo de reuniones de islamistas radicales donde se alentaba a la venganza contra Estados Unidos y los "países infieles", se ensalzaba a suicidas palestinos y se entonaban cánticos a favor del uso de la violencia contra Occidente.
En febrero de 2003, la mujer de un implicado en el 11-M, encarcelado por el juez Del Olmo, acudió a la comisaría de policía con dos vídeos grabados en VHS y sacados de una casa donde se reunían muchos de los terroristas acusados posteriormente de los atentados de Madrid. La mujer hizo entrega de esos vídeos a los agentes que la atendieron. Era una colaboradora habitual de la policía que ya había facilitado otras informaciones.
El juez Del Olmo reactivó el pasado diciembre la investigación sobre esa información que la policía manejó un año antes del 11-M.
EL SERMÓN DE ABU QUTADA
"Es necesario volver a las raíces del islam"
Durante dos horas y cuarenta y tres minutos, Mahmud Mohamed Othman, Abu Qutada, habla desde una mezquita que la investigación policial sitúa en Londres.
Abu Qutada, de 44 años, es, según algunos de los que han analizado la matanza de Madrid, el dirigente espiritual de los autores del 11-M. Con algunos de ellos, como el marroquí Jamal Zougam, dueño del locutorio Nuevo Siglo en el barrio madrileño de Lavapiés y encarcelado como supuesto autor material del atentado, mantuvo estrechos vínculos personales. El juez Baltasar Garzón pidió su extradición a España en 2003.
Qutada autorizaba en sus fatwas el asesinato de mujeres y niños si eran consecuencia de una yihad. Lleva más de una década refugiado en el Reino Unido después de que las autoridades jordanas le condenaran a 15 años de cárcel por financiar a varios militantes de Al Qaeda detenidos en 1999 en ese país.
En el vídeo que entregó a la policía española la confidente relacionada con los islamistas radicales, Abu Qutada expone su opinión sobre los problemas de los territorios palestinos. La policía, que analizó la grabación, resume así los planteamientos que defendía en el vídeo el imán de Londres:
- "Afirma que el musulmán ha perdido su identidad, se ha producido un alejamiento de la religión que favorece las intenciones del enemigo, por lo que es necesario volver a las raíces del islam".
- "Los territorios islámicos son objetivo de invasión, en una doble vertiente: por un lado, la ocupación territorial, motivada por la riqueza de sus tierras; y por otro, la intelectual, atacando sus creencias religiosas. Lo que tiene incluso su expresión en el hecho de que en los museos de Occidente se encuentran multitud de objetos sustraídos en las continuas ocupaciones".
- "Finalmente, critica que las decisiones adoptadas por el Consejo de Naciones Unidas, y en general en favor de los derechos humanos, están vaciadas y alteradas por la influencia de los Estados más fuertes".
REUNIÓN EN LA M-30
"El musulmán no aprende su conducta en los libros"
En el segundo vídeo, que dura una hora y diez minutos, la reunión se realiza en la mezquita situada junto a la M-30 de Madrid. Se forma una mesa "en la que se pueden ver seis personas", entre las que el informe policial identifica a tres, de las cuales hay una encarcelada por su supuesta implicación en el 11-M: Muhannad Almallah Dabas, 41 años, sirio que se afilió al PSOE dos meses después de los atentados de Madrid. Fue detenido en dos ocasiones -en la primera salió en libertad- acusado de alojar en su casa a radicales.
En esa reunión, los intervinientes llevan a cabo una "disertación didáctica acerca de la historia del islam" El ponente asegura "que el musulmán no aprende su conducta en los libros, sino que se hace con la práctica cotidiana".
La tercera cinta de vídeo que está en poder de la policía fue entregada por la mujer que colaboraba con los agentes un mes después de los atentados de Madrid, en abril de 2004, y aparece bajo el título de "Hicham Tensamani".
Ejerció de imán en un pueblo de Toledo. Acusado de terrorismo, fue detenido en España en junio de 2003 y entregado el 12 de marzo de 2004 a Marruecos para que se le juzgase en relación con los atentados de Casablanca de mayo de 2003. Los atentados suicidas perpetrados en cinco lugares distintos de Casablanca causaron 45 muertos y decenas de heridos. Fue absuelto.
La policía española sospecha que Tensamani es un referente ideológico del grupo que perpetró el 11-M. El imán era asiduo a las reuniones previas al atentado, en las que también participaron uno de los jefes de Al Qaeda en Europa, Amer El Azizi, y Said Berraj, mensajero de la red de Bin Laden y uno de los supuestos autores del 11-M.
Los atentados de Casablanca fueron realizados casi simultáneamente contra el Hotel Farah, la Casa de España, un restaurante italiano situado junto al consulado de Bélgica, la Alianza Israelí y un antiguo cementerio judío.
En el vídeo que la policía consiguió en abril de 2004, se grabó una reunión en torno a una mesa sobre la que se ha colocado la foto de una mujer, que "al parecer murió como mártir en Palestina", según señala el informe policial.
EL IMÁN DE TOLEDO
"Quieren acabar con nuestra lucha, casi lo consiguen"
Uno de los que intervienen en esa reunión, celebrada en el salón de actos de la mezquita Abu Baker, de la calle Anastasio Herrero de Madrid, va tocado con el pañuelo palestino y gorro rojo. A la derecha de la escena aparece "un individuo con gafas, vestimenta y pañuelo blanco en la cabeza". Se trata de Hicham Temsamani.
El acto comienza con la lectura de la sura 109, "De los incrédulos", y sus aleyas. A continuación, los presentes comienzan a analizar "la situación actual del territorio palestino". Uno de ellos, que hace de presentador, señala: "Todos conocemos el problema, los enemigos quieren hacernos olvidar el problema". Y tras esta afirmación, critica duramente los métodos de Estados Unidos. Otro de los presentes, identificado por la policía como Abu Hasan, hace una "introducción histórica acerca del territorio sagrado de Palestina", haciendo mención de las fechas y momentos más importantes, arrancando desde el comienzo del problema en 1920 con el sultán Abdul Hamid, según recoge el documento policial.
Es entonces cuando habla Hicham Tensamani, imán en El Portillo (Toledo). Cita a Israel y a Estados Unidos y lanza su acusación: "Quieren acabar con nuestra lucha, casi lo consiguen en Chechenia y Afganistán". Señala Tensamani que están contra los ocupantes de sus territorios y contra "aquellos que quieren hacerles olvidar sus creencias y, en cierta forma, eliminarlas".
Tras el coloquio, se retira la mesa y aparece un individuo "no identificado que profiere frases que son coreadas por el público: "Judíos, judíos, el ejército del pueblo volverá", "No a la derrota, Palestina es un territorio islámico", "Mártir, mártir, descansa en paz, estamos detrás de ti y somos el símbolo de la lucha", "No a la rendición".
Tras la soflama, aparece en escena un grupo folclórico que interpreta canciones, que son coreadas por el público, con el siguiente texto:
- "Hemos empezado la lucha, el resto de los árabes, el mundo entero nos está mirando".
- "Nosotros estamos continuando nuestra lucha en el camino hacia la victoria, no vamos a ponernos de rodillas y el ruido de los cañones no nos asusta".
- "Entregamos nuestros cuerpos y nuestra sangre por Palestina y todos los ocupantes del territorio tienen que marchar, la Revolución es un fuego y una llama".
Los investigadores de la policía señalan que en las letras de las canciones hacen referencia a la triada "lucha-mártir-sangre", esto es "la sangre del mártir como llama para alumbrar la marcha de los demás y proseguir la lucha".
La grabación continúa con nuevas intervenciones que advierten de que nadie va a parar la Intifada. Uno de los que habla, identificado por la policía como Samir Ben Abdellah, imán de la mezquita de Alcorcón (Madrid), muestra la foto de una suicida palestina y proclama que "es un ejemplo para todos, está en la otra vida y eso constituye el mayor de los ánimos para seguir luchando y seguir su camino.
EL SIRIO, ENCARCELADO
Relacionado con El Chino y El Tunecino
Mouhannad Almallah, El Sirio, de 41 años, es una de las personas que intervinieron en la reunión de la mezquita de Madrid grabada en vídeo y de cuyo domicilio se sacaron las cintas que fueron entregadas a la policía. Ha sido detenido en relación con el 11-M en dos ocasiones.
En su local de la calle Virgen del Coro se reunieron algunos de los terroristas que perpetraron los atentados de los trenes.
La primera detención de Almallah se produjo en marzo de 2004, unos días después de la masacre de los trenes. Se le consideraba implicado en los hechos y su vivienda habitual de la calle Químicos de Madrid fue registrada entonces. Pero, al final, el juez Del Olmo le dejó en libertad.
Justo un año después, se conoció que Almallah se había afiliado al PSOE en mayo de 2004, en la agrupación del distrito madrileño de San Blas. El PSOE le expulsó inmediatamente y la policía hizo algunas investigaciones que condujeron a una nueva detención de El Sirio. El juez tomó declaración a Almallah el 21 de marzo de 2005 y ordenó su ingreso en prisión.
La fiscal solicitó esta medida argumentando que se había producido una "precisión en las diligencias de investigación" que había "permitido perfilar más adecuadamente el nivel presunto de intervención" del ciudadano sirio nacionalizado español Almallah en la trama terrorista investigada.
En el auto de prisión, el juez reflejó que varios testigos habían declarado que Mohannad Almallah había intentado captar personas "para compartir la ideología islamista", que había participado en procesos de adoctrinamiento "mostrando vídeos [entre ellos los que tenía el Cuerpo Nacional de Policía desde febrero de 2003] o interviniendo en reuniones al objeto de lograr una asunción de valores propicios para la yihad por parte de los presentes" en esos encuentros.
El juez asegura que Almallah llevaba a cabo estas actividades en lugares especialmente protegidos, donde se controlaba el acceso de las personas.
Además de estos hechos, el juez recordaba en su auto que el sirio tenía relaciones con El Tunecino, uno de los supuestos cerebros de la célula terrorista del 11-M; sus teléfonos han aparecido en las agendas de otros implicados en el atentado; fue visto en octubre de 2003 junto a El Tunecino y a El Chino -el terrorista que logró la dinamita para el atentado- y junto a otro terrorista que se suicidó en Leganés.
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