Aparcamiento automático

En agosto de 2004, Helmut Panke, presidente de la junta directiva de BMW Alemania,

declaró que el aparcamiento automático estaba ya a punto y podría ofrecerse como opción por unos 2.000 euros, aunque todavía no se había decidido su comercialización. El sistema de la marca alemana -como el de Citroën, que ha sido la última en presentar esta tecnología- aplica un automatismo parcial. El coche puede calcular el espacio de las plazas libres mientras se desplaza a velocidades de hasta 30 km/h., y cuando encuentra una apta para su tamaño, el conductor sólo tiene que parar el vehículo e insertar la marcha atrás. A partir de ahí, el coche maniobra y aparca solo, y el piloto apenas tiene que acelerar suavemente. Si la maniobra no se completa a la primera, basta con volver a operar sobre el cambio.

Toyota es la primera marca que ha comercializado el dispositivo, aunque sólo lo ofrece en el Prius que se vende en Japón y tiene un funcionamiento mucho más simple: exige realizar varios movimientos previos (para que el coche calcule el espacio) y programar en la pantalla táctil interior la maniobra a realizar. Por su parte, Citroën ha aunciado su intención de ofrecerlo en un coche de serie en unos tres años.

El grupo VW, en cambio, trabaja con un automatismo completo. Su Audi A4 experimental lo hace todo solo: inserta la marcha atrás, acelera y gira el volante, y si no se aparca al primer intento inserta la primera, vuelve a girar y repite el proceso. Pero no hay fechas concretas de lanzamiento.