Respuesta de David Trueba al teatro Real

Agradezco el interés del Departamento de Comunicación del teatro Real por aclarar las dificultades para permitir rodar un fragmento de mi próxima película en su recinto.

Lástima que este interés haya surgido a raíz del artículo periodístico de Moncho Alpuente, donde se hacía eco de las dificultades habituales para rodar en la ciudad de Madrid y no antes.

En el caso particular de mi película, Bienvenido a casa, tan sólo solicité un permiso de rodaje por un par de horas de filmación dentro del teatro y durante el mes en que permanece sin programación, precisamente para no interferir con su actividad.

Se trataba de un plano para el que no se necesitaba ni un decorado ni ocupar el patio de butacas. Nos fue denegado.

Después de insistir, logramos una única concesión: el permiso para rodar sólo el exterior del teatro a cambio de 3.000 por dejar abierta una de las puertas de acceso.

Es un caso concreto entre cientos que no tiene mayor trascendencia, pero no querría que nadie pensara, al leer su amable carta, que queríamos volar por los aires el teatro o cualquier otro delirio difícil de satisfacer.

Como tantos otros lugares destacables de una ciudad, uno querría poder incluirlos en una película, aunque fuera sencillamente en una ráfaga. Otra vez será. Por suerte, hay muchos.

Eso sí, que conste el agradecimiento por el interés demostrado en su carta a esta sección y espero que sus encomiables esfuerzos por acercar la ópera en Madrid a todos los públicos sea pronto una realidad compartida.