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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Agua y sequía

Ya se sabe que las secas en los climas de tipo mediterráneo, como mayormente lo es el nuestro, son un hecho normal, dentro de ciclos poco regulares. Como también es conocido que los periodos cada vez más frecuentes sin suficientes precipitaciones son un indicio de procesos de desertificación, a veces de carácter irreversible.

Frente a estas situaciones, el sistema de embalses resulta clave para nuestro desarrollo moderno en términos urbanos, industriales y agrícolas. Y ahora más que nunca, para atender a una población en rápida expansión por las inmigraciones, incontrolada en nuestro caso.

Desde luego, frente a los problemas que plantean la sequía y la tendencia de desertificación, son correctas las observaciones de la ministra de Medio Ambiente: es preciso mejorar la gestión de la red de embalses, hoy muy por debajo de sus posibilidades; ha de promoverse el ahorro del líquido elemento, evitando cuantiosas pérdidas en las conducciones (no menos de 5.000 hectómetros cúbicos anuales); es necesario ir a una mayor eficiencia en el uso del agua, discriminando según consumos per cápita; resulta indispensable, además, un funcionamiento más ágil de las hoy burocratizadas confederaciones hidrográficas. Como también es indispensable, podemos añadir, mejorar los sistemas de riego, lo cual podría reportar un ahorro del 30% sobre el 80% del total del agua consumida, es decir, unos 13.000 hectómetros cúbicos anuales, etcétera.

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Muy bien, señora ministra, ha dado con el diagnóstico, pero permita que le pregunte: ¿qué estamos haciendo.

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