Uno de cada cinco londinenses sufrirá trastornos psicológicos por los atentados
Estrés, depresión, ansiedad, insomnio y falta de concentración son habituales tras los ataques
El terrorismo va a provocar trastornos psicológicos a uno de cada cinco londinenses durante los próximos seis meses, según el psicólogo Andrew Silke, profesor de la Universidad de Leicester y asesor de Naciones Unidas. Silke, que ha estudiado en particular los efectos del terrorismo del IRA y los ataques del 11 de septiembre, estima que un 5% de ellos acabará necesitando ayuda profesional y subraya que los efectos psicológicos del terrorismo no son todos negativos: fomenta la cohesión de la comunidad y mejora la situación de quienes padecían trastornos antes de los atentados.
Silke se hizo famoso años atrás al afirmar que los terroristas no son enfermos mentales, sino gente que reacciona contra lo que considera injusticias que les impulsan a actuar. Suelen ser jóvenes inteligentes de clase media que matan por razones políticas sin tener sentimientos de culpa.
Los londinenses van a sufrir estrés postraumático, depresión y trastornos generalizados de ansiedad que les provocarán problemas para dormir, pesadillas, imágenes repentinas de horror,
ansiedad generalizada o dificultades de concentración. "En general, el 90% de la gente que estaba en los lugares de los atentados va a experimentar este tipo de síntomas", explicó en la sede de la Asociación de Periodistas Extranjeros en Londres.
"Lógicamente, la mayoría de los afectados no estaban cerca del lugar de las bombas, pero uno de los vectores del impacto psicológico es la cobertura de los medios. Sabemos que hay un vínculo entre una extensa cobertura mediática y un fuerte impacto psicológico. Cuantas más horas de imágenes ves sobre los atentados, mayor es el riesgo de tener un impacto psicológico negativo", dijo.
A su juicio, las televisiones deberían advertir a la audiencia de que no es bueno que vean más de tres horas diarias de cobertura informativa de los atentados. "Mucha gente se va a recuperar con rapidez, en menos de seis meses. Pero en alrededor de un 5% los síntomas se mantendrán durante más tiempo".
Hay ciertos factores de riesgo que acentúan los problemas. Uno de ellos es el historial familiar. "La gente que tiene familiares con problemas psicológicos o que han vivido experiencias traumáticas en el pasado tiene mayor riesgo de sufrir esos problemas tras un atentado. Por ejemplo, en Israel, los soldados que entran en combate y son descendientes de personas que sufrieron el Holocausto tienen más posibilidades de sufrir desórdenes de estrés postraumático", aseguró. "Es una transmisión del riesgo, no de la enfermedad", matizó. "Otro factor es el género. Las mujeres tienen más riesgo que los hombres, pero saben salir adelante mejor que los hombres".
Red social
"La mejor manera de afrontar estos problemas tras un atentado es contar con una red social. O sea, hablar con los amigos, hablar con la familia. Pero hay gente que tiene muy pocos amigos y una familia muy pequeña y tiene muchas más dificultades para salir adelante. Esa gente intenta distraerse para no pensar en los atentados; unos se culpan a sí mismos de lo que ha ocurrido, otros se sienten culpables de haber sobrevivido, hay gente que se automedica antidepresivos o Valium o calmantes o somníferos, otros se refugian en el alcohol. Y hay gente que, simplemente, intenta suprimir sus emociones", explicó Silke.
"Los atentados terroristas no son completamente negativos en términos de impacto psicológico", advirtió. "Alguna gente que padecía problemas psicológicos anteriores mejora después de los atentados. Septiembre fue el mes con la tasa más baja de suicidios en 2001 en el Reino Unido y fue el septiembre con menos suicidios en 20 años. Ocurría igual en Irlanda del Norte. Después de los grandes atentados terroristas, la gente deja de matarse a sí misma. Probablemente veremos lo mismo cuando tengamos las estadísticas de julio", afirmó. "La gente con problemas piensa que podría estar peor, que le podía haber tocado a él o haber afectado a su familia y llega a la conclusión de que su vida tampoco está tan mal".
A juicio de este profesor de Psicología, "los ataques terroristas tienden a hacer las sociedades más cohesionadas". "Es más fácil encontrar apoyo en la comunidad. Y los psicólogos sabemos que cuanto más apoyo tienes en la sociedad, mejor salud mental y física. Y los ataques desde fuera acercan a las comunidades, las cohesionan".
Silke afirmó que los niños de Irlanda del Norte son psicológicamente más sanos y que "la sociedad en general tiende a hacer frente al terrorismo". "En Irlanda del Norte se desarrolló un espíritu de blitz [de resistencia al ataque exterior]. Los problemas son más graves cuando hay atentados aislados e inesperados, como los de estos días en Londres".
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