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Tribuna:COYUNTURA INTERNACIONAL
Tribuna
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Las reglas del juego

La modificación del régimen cambiario del yuan es, sin duda, un paso crucial en la integración de China en los mercados de capitales, y supone la aceptación, por ahora sólo parcial, de las reglas de juego del mercado de divisas. La valoración imperante en instituciones, inversores y analistas es positiva, pero debe ser refrendada en el futuro con un mayor ajuste. Y en este punto, la incertidumbre es elevada: el nuevo régimen no esclarece el ritmo al que China permitirá que su divisa se aprecie en el futuro, alentando así flujos de capital especulativos hacia este país. Las posibles distorsiones monetarias asociadas a estos flujos obligarían a su esterilización vía intervenciones que dilatarían de facto cualquier avance hacia una mayor flexibilidad. Mucho nos tememos que la apreciación del yuan hacia niveles acordes con la paridad de poder adquisitivo (7,22 CNY/USD) se seguirá produciendo al ritmo que decidan las autoridades chinas.

La modificación del régimen cambiario de la moneda china es un paso crucial en la integración del gigante asiático en los mercados de capitales

Aún así, el paso dado por China es significativo. Internamente, facilita el avance en las reformas de la estructura economicofinanciera del gigante asiático sin minar de forma significativa su principal ventaja, la competitividad (basada sobre todo en una estructura de costes laborales muy inferior a la de sus socios comerciales). Y es un arma más para reconducir la economía hacia un patrón de crecimiento sostenible, evitando sobrecalentamientos como el excesivo dinamismo inversor asociado al sector exportador y estimulando el consumo interno.

Desde una perspectiva global, las implicaciones son también positivas en materia de estabilidad financiera y reequilibrio macroeconómico, así como permiten desterrar los peores temores en materia de proteccionismo (cuyas implicaciones, no olvidemos, son inflacionistas en oposición a la de inflación que ha permitido la globalización). A buen seguro que la reducción en la prima de riesgo asociada a estos factores tendrá su reflejo positivo en la renta variable, donde el escenario a medio plazo permanece condicionado por las dudas sobre la sostenibilidad del modelo de crecimiento global actual. También debería suponer una reanudación de la debilidad del dólar ahora más concentrada frente a las divisas asiáticas y una cierta presión al alza en los tipos a largo en esta divisa, donde las compras de bonos provenientes de Asia han contribuido a su desligazón con los tipos a corto.

José Manuel Amor y María José Huete son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas, Grupo Analistas.

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