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Reportaje:

Risas junto al mar

Un total de 16 compañías de teatro cómico llenan de carcajadas el Festival Ple de Riure de El Masnou

Charles Chaplin dijo en una ocasión que un día sin una sonrisa es un día perdido. De ser así, los ciudadanos de El Masnou (Maresme) han aprovechado el tiempo desde el pasado jueves hasta ayer, ya que la novena edición del Festival de teatro cómico Ple de Riure ha vuelto a llenar de carcajadas la carpa situada en la playa de la población. Una carpa destinada a albergar los espectáculos de pago incluidos en el programa que recuerda por su estructura y color a los circos de antaño. El festival, impulsado hace casi una década por la compañía catalana Chapertons, se ha abierto a la ciudad en las últimas ediciones y las calles y plazas de El Masnou también forman parte de un circuito de escenarios por el que hasta ayer, día de la clausura del festival, han pasado 16 compañías de teatro cómico.

La actuación del clown escocés Johnny Melville se presentó como el plato fuerte de la edición del Ple de Riure de este año. Mimo, acróbata y narrador de historias, Melville comenzó su carrera hace más de 30 años y anteanoche ofreció una serie de escenas cómicas que reunían lo mejor de sus anteriores espectáculos. Pero antes de que el payaso hiciera desfilar a sus personajes sobre el escenario de la carpa, Boni narró su frustrada carrera musical en la plaza de Ocata. El personaje, interpretado por el cómico Jordi Joanet, se hizo acompañar por tres espectadores para contar cómo fracasó en su intento de convertirse en una estrella de la música y acabó dedicándose al teatro. Un espectáculo de música y malabares en el que Boni se ganó la complicidad del público y con el que dejó boquiabiertos a los más pequeños tras demostrar su habilidad sobre el monociclo.

A las 22.30 horas llegó el turno de la compañía catalana Total Memos, que con su espectáculo Nena maca, per favor... les postres se ganaron a las cerca de mil personas que acudieron a la carpa de la playa. Los componentes de esta compañía, Clara Segura y Bruno Oro Picho estrenaron esta pieza en un café-restaurant de Cadaqués en 2001 y, desde entonces, no han dejado de hacer bolos. Con la excusa de ofrecer una nutrida muestra de lo que significa alta cultura, los actores ofrecieron una serie de sketches en los que ridiculizaban a los artistas que se creen grandes innovadores por crear obras que nadie entiende.

Entre espectáculo y espectáculo los encargados de amenizar la espera fueron Têtaclak, la banda del festival. Nueve músicos y actores cómicos que no dejaron de tocar mientras había quien les escuchara en la playa de El Masnou. La estrella de la noche fue, sin embargo, Johnny Melville, cuyo espectáculo comenzó cuando los espectadores hacían cola para acceder al recinto interpretando disparatados personajes. Ya en el escenario, Melville exhibió su mejor repertorio. Parodió los pros y los contras de la Unión Europea. Arremetió contra la sanidad al hacerse pasar por un temible cirujano y preparó una parodia sobre el mundo del fútbol en la que estuvo acompañado por los Chapertons.

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