Un coche urbano muy práctico y económico
La calidad no tiene por qué estar reñida con el tamaño, y el Citroën C1 lo demuestra. Es un coche urbano estudiado para ofrecer el máximo sentido práctico en la ciudad a precios asequibles. Tiene un diseño original, un interior bien aprovechado y un funcionamiento mecánico correcto. Y aporta la resolución cuidada y el equipo de seguridad de coches más grandes.
Los Citroën C1, Peugeot 107 y Toyota Aygo forman parte de un proyecto común desarrollado por sus marcas que intenta resolver un desafío pendiente del sector del automóvil: fabricar un coche urbano, moderno, asequible y rentable a la vez. El Fiat Panda cumple las tres primeras premisas, y la última está por demostrar. Y hay modelos coreanos muy económicos, pero de calidad inferior. En cambio, los recién llegados pueden superar el reto porque se fabrican con mano de obra barata en una factoría ultramoderna de la República Checa, los costes de desarrollo (1.500 millones de euros) se han repartido entre las tres marcas y está previsto producir 300.000 unidades al año, suficientes para lograr beneficios. Y aportan un diseño y mecánicas más modernos que sus rivales.
El tamaño ideal para la ciudad
El C1 ha sido el primero en llegar y se ofrece en tres y cinco puertas con idéntica longitud, 3,43 metros. El tamaño es ideal para aparcar y, aunque mide casi un metro más que un Smart Fortwo, tiene cuatro plazas en vez de dos. Además, completa la gama de utilitarios de la marca francesa: es 24 centímetros más corto que un C2 (tres puertas) y mide 42 menos que un C3 (cinco puertas).
El nuevo Citroën presenta una imagen urbanita y desenfadada con unas formas redondeadas que crean una línea parecida a una burbuja. Los rasgos más originales están en el frontal, con los faros en alto a salvo de los golpes de aparcamiento, y en la zaga, porque se ha sustituido el portón por una luneta sin marco con dos pilotos circulares a cada lado. Las formas sólidas de los parachoques terminan de definir una línea atractiva que transmite robustez.
Un interior muy bien aprovechado
La posición de las ruedas pegadas a las esquinas permite aprovechar mejor el interior par
a ofrecer cuatro plazas de verdad. Sacrifica el maletero, que tiene sólo 139 litros, aunque se puede ampliar abatiendo los respaldos. Pero a pesar de su tamaño no agobia por dentro:los asientos delanteros son amplios y, aunque atrás el espacio es justo, no resulta incómodo. Sorprende la calidad de resolución y no parece el clásico utilitario barato porque presenta un diseño alegre y moderno con plásticos y materiales vistosos. Los acabados tampoco desentonan, y tanto la insonorización como las suspensiones proporcionan la consistencia de otros coches más grandes.
El carácter urbano del C1 se refuerza con una buena dotación de huecos para objetos: dos bandejas grandes en el salpicadero, dos posavasos y repisas delante del cambio, bolsas en las cuatro puertas...
Precios económicos
El C1 se vende con un motor 1.0 de 68 CV (8.550 euros) y en septiembre llegará un 1.4 turbodiésel de 55 CV (10.850). Llevan cambio manual de cinco marchas y el 1.0 cuenta como opción con el secuencial Sensodrive, idóneo para la ciudad. La carrocería de cinco puertas cuesta 300 euros más y hay dos acabados: X y SX. El primero incluye ya doble airbag y ABS, y el otro añade airbags laterales, dirección asistida, elevalunas eléctricos y cierre con mando. Además, se ofrece un paquete opcional con aire acondicionado, radio-CD, cuentarrevoluciones y pintura metalizada por 1.180 euros.
Conclusión
El C1 es un coche urbano moderno y bien resuelto. Tiene una línea simpática con el tamaño justo para aparcar, un interior bien aprovechado y mecánicas eficientes con nervio que gastan muy poco. Incluye un equipo de seguridad correcto y se vende a unos precios asequibles que mejorarán en el futuro si Citroën decide aplicar a este coche los descuentos habituales en el resto de su gama.
PRÁCTICO Y CUIDADO
El planteamiento urbano y económico del C1 no sacrifica la calidad de elaboración del interior, que supera en algunos detalles a la de sus hermanos mayores los C2 y C3. El diseño del salpicadero, el tacto del volante, la consola central con plásticos translú-cidos que se iluminan de noche, y los materiales, ajustes y tapicerías presentan un aspecto mucho más vistoso de lo habitual en los coches más pequeños y baratos. Llama la atención la solución para integrar las puertas traseras, que ocupan el lateral hasta el borde de los pilotos. El tamaño es muy justo, pero permiten acceder sin mucho contorsionismo a dos plazas con altura y espacio suficiente para las piernas de dos adultos. En cambio, las ventanillas posteriores sólo se abren en compás. La dotación de huecos para objetos culmina el sentido práctico del C1 en el uso urbano. La zona de la guantera está ocupada por una repisa muy amplia, aunque sin tapa. Y aprovecha bien la zona del cambio para integrar repisas, posavasos... Entre las soluciones más curiosas destaca el acceso al maletero: el portón se ha sustituido por una luneta que se abre al completo. La capacidad es mínima (139 litros), pero lleva una rueda de repuesto normal y llega a 200 litros si se retira la bandeja y se aprovecha hasta el techo. Además, abatiendo los respaldos posteriores dispone de 751 litros. La zaga es muy vanguardista y original, con una luneta muy grande y los pilotos en alto para evitar golpes al aparcar.
MEJOR EQUIPADO
El C1 1.0 SX es el coche urbano más moderno, al menos mientras lleguen sus gemelos, los Peugeot 107 y Toyota Aygo, y aporta ventajas importantes: corre más que todos salvo el Ka, gasta menos y está mejor equipado. Los precios son parecidos, pero las diferencias varían mucho según los descuentos mensuales de cada marca. El Citroën cuesta 9.800 euros con cuatro airbags, ABS, dirección asistida, elevalunas eléctricos y cierre con mando. Es 800 euros más caro que un Panda básico, pero éste apenas incluye un airbag (conductor). También cuesta 400 euros más que el Picanto, pero los demás son más caros, aunque sólo 180 euros en el caso del Chevrolet Matiz, que, al igual que el Kia, incluye doble airbag y cuatro elevalunas eléctricos, y añade el radio-CD, opcional en el C1 y el Picanto. El Ford Ka cuesta 700 euros más y sólo incluye un airbag y dirección asistida.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.