Rice viaja por sorpresa a Líbano para apoyar al nuevo Gobierno
La secretaria de Estado de EE UU visita antes a Hariri que al presidente Lahud
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, efectuó ayer un viaje sorpresa a Beirut para respaldar el nuevo régimen libanés, instaurado tras la Revolución de los Cedros. La jefa de la diplomacia norteamericana, en un gesto claro que demuestra las prioridades y preferencias de la Casa Blanca, se reunió primero con Saad Hariri, hijo del ex primer ministro asesinado Rafik Hariri, para hacerlo luego con el presidente de la República, el prosirio Emile Lahud.
"Apoyamos el proceso político y de reformas en Líbano", aseguró Condoleezza Rice ayer a media mañana, pocos minutos después de su llegada a Beirut, escala inesperada de un viaje por África, Israel y los territorios de Palestina que inició hace cuatro días. La visita a la capital libanesa ha supuesto una interrupción de 24 horas en la estancia de tres días en Israel y los territorios palestinos, donde la emisaria de Washington trata de impulsar el proceso de paz y afianzar el plan de retirada de la franja de Gaza, que en principio comenzará a mediados de agosto.
La jefa de la diplomacia estadounidense inició sus contactos en Líbano con una entrevista de casi 40 minutos con Saad Hariri en el domicilio de su familia, en el barrio de Hamra. Rice llegó a la residencia de los Hariri acompañada por el embajador de Estados Unidos en Beirut, Jeffrey Feltman, consciente de que rompía todas las normas diplomáticas y de protocolo, que le obligaban a reunirse primero con el jefe del Estado, el presidente Emile Lahud, último preboste del régimen prosirio que ha gobernado el pequeño país mediterráneo durante tres décadas.
Prioridades
En opinión de los observadores políticos, ésta era una manera de demostrar las prioridades políticas de la Casa Blanca y de dar por sentado que la familia Hariri, a pesar de no tener ningún cargo en la cúpula de la Administración del país, constituye el más firme puntal de la estrategia de Washington en Líbano. Minutos más tarde, Rice confirmó estas prioridades al visitar la tumba del fallecido ex primer ministro Rafik Hariri, en la plaza de los mártires, en el centro de la ciudad.
La visita de Rice a Líbano se produce tres meses después de que salieran del país los últimos soldados sirios, en lo que constituyó el primer triunfo de la Revolución de los Cedros. A este episodio le siguió, el pasado mes de junio, la victoria de la oposición antisiria en las elecciones legislativas, en las que los sectores beligerantes contra el régimen de Damasco obtuvieron una mayoría aplastante en la Cámara de 128 diputados. La última visita de un secretario de Estado de la Casa Blanca a Líbano se produjo en mayo de 2003, cuando Colin Powell acudió a Beirut y Damasco tras la invasión anglo-estadounidense de Irak dos meses antes.
Condoleezza Rice, que se reunió con numerosos dirigentes y líderes del país, eludió tener contactos con el ministro de Energía, Mohamed Fneich, miembro destacado del partido fundamentalista Hezbolá, organización considerada terrorista por Washington. La actitud de la responsable de la diplomacia de Estados Unidos era además una manera de recordar al Gobierno libanés que tiene pendiente de resolver algunas de las exigencias establecidas en la resolución 1.559 de Naciones Unidas, entre las que se encuentra el desarme de la milicia de Hezbolá.
Rice retomará hoy el programa inicialmente previsto y continuará sus reuniones en Israel y los territorios palestinos. Hoy por la mañana, a primera hora, se entrevistará con el presidente Mahmud Abbas en Ramala, después de haberlo hecho ayer con el primer ministro israelí, Ariel Sharon, en su finca de los Sicomoros, en el desierto del Neguev.
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