La librería Catalònia acusa de 'mobbing' a la inmobiliaria del edificio

Los propietarios de la librería Catalònia de Barcelona acusaron ayer de "mobbing" a la inmobiliaria Espais Sabadell, propietaria del edificio en cuyos bajos se ubica la tienda. Espais Sabadell asegura que necesita entrar en la librería para hacer unas obras de rehabilitación de la finca y los gestores de la Catalònia se niegan a dejar entrar a los operarios. Aducen que la inmobiliaria les ha ofrecido una indemnización "ridícula" por los perjuicios que les causarían las obras, que exigen cerrar la tienda un mínimo de 45 días, y que no han visto el permiso de obras. El director general de Espais calificó de "injustas" las acusaciones y aseguró que cuentan con todos los permisos.

La Catalònia tiene un contrato de alquiler en el número 3 de la Ronda de Sant Pere (frente a El Corte Inglés de la plaza de Catalunya) vigente hasta 2019. Por él paga una cifra inferior a 3.000 euros mensuales por 750 metros cuadrados de tienda, muy por debajo del precio de mercado. Desde hace unos meses, aseguró ayer el director del comercio, Miquel Colomer, están recibiendo "presiones" por parte de los propietarios del inmueble, Espais Sabadell: "Estamos convencidos de que la propiedad del edificio no quiere que continuemos aquí mucho tiempo más".

La sociedad Espais Sabadell Promociones Inmobiliarias, participada por la inmobiliaria Espais y por Caixa Sabadell, adquirió el edificio en el primer trimestre de 2004 y está construyendo actualmente una veintena de viviendas "de alto nivel". Sus responsables afirman que el edificio "adolece de deficiencias estructurales que imponen una intervención urgente" para cumplir con la normativa. Para ello, necesitan entrar en la librería para apuntalar el inmueble con cinco columnas que atravesarían el comercio. Las obras exigen cerrar la tienda -totalmente reformada con una inversión de un millón de euros en 2003- más de un mes y medio. En la Catalònia temen la pérdida de clientes.

"La primera oferta de indemnización por el cierre temporal de la tienda fue de 120.000 euros", explicó ayer Colomer. "Nosotros pedimos 600.000 euros y que las obras se realicen entre julio y agosto". Rafael González Tormo, director general de Espais, no quiso ayer confirmar las cifras de la negociación pero subrayó que la oferta de la inmobiliaria ha sido "suficientemente generosa".

En los meses que el edificio lleva en obras para la construcción de viviendas la librería ha sufrido más problemas, continuó Colomer: "Cortes del suministro eléctrico", "entradas de agua", "averías en los equipos de aire acondicionado" y, entre otros, "un agujero en una pared por el que cabía una persona, abierto desde el local vecino". Colomer añadió que los propietarios de la finca no han querido conceder a la librería la autorización para construir una salida de emergencia necesaria para superar la inspección definitiva después de la reforma de la tienda en 2003.

Los propietarios de la Catalònia -Colomer y las librerías La Llar del Llibre de Sabadell, El Cau ple de Lletres de Terrassa, Robafaves de Mataró y La Gralla de Granollers- no dudaron en calificar los hechos de "mobbing". Arropados ayer en una rueda de prensa por el secretario general de la Confederación de Comercio de Cataluña, Miquel Àngel Fraile, el gerente del Gremio de Libreros, Santi Ruiz, y el abogado Josep Manté, del Col.lectiu Ronda, lanzaron un grito de alerta. "Estamos en un callejón sin salida importante que puede significar la extinción de la Catalònia", afirmó Manté.

Consultado por este diario, González Tormo, ex gerente de la sociedad municipal 22@, contestó: "Hemos procurado ocasionar las menores molestias posibles. Las obras pueden ocasionar problemas concretos que no se pueden interpretar como mobbing. La salida de emergencia que nos piden la podrán construir, según todos los informes técnicos, una que vez hayamos apuntalado el edificio". En un comunicado, la inmobiliaria insistió: "Es radicalmente falso que Espais Sabadell haya utilizado la necesidad de la realización de unas obras estructurales urgentes para perjudicar los derechos arrendaticios" de la librería.

La Catalònia fue fundada en 1924 por Antoni López Llausàs, Manuel Borràs y Josep M. Cruzet, quien impulsó desde la tienda la editorial Selecta. Actualmente tiene una facturación de 3,6 millones de euros y cerró 2003 y 2004 con pérdidas por la inversión realizada en la reforma.