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Los 'okupas' de Can Masdeu acusan a Sant Pau de abandono de la finca

Los denunciantes argumentan en el juicio que han gastado 40.000 euros en rehabilitación

Clara Blanchar

La pugna que mantienen en los tribunales los okupas de Can Masdeu -una antigua leprosería catalogada y ubicada en la falda de Collserola- con la propiedad del edificio, la Fundación del Hospital de Sant Pau, vivió ayer un nuevo capítulo. Se trata del juicio que se celebró en el juzgado de Primera Instancia número 36 de Barcelona, en el que los okupas pretenden demostrar que cuando entraron en la casa, a finales del año 2001, ésta llevaba cuatro décadas abandonada.

Entre las pruebas que aportan los ocupantes -constituidos en la asociación Punt d'Informació de Collserola- para argumentar el abandono figura material gráfico; testimonios de los propios habitantes, de vecinos del barrio barcelonés de Canyelles y de las asociaciones que participan en las actividades, y facturas por valor de 40.000 euros que corresponden a material invertido en la rehabilitación del edificio y su entorno, rodeado de huertos.

Una docena de testimonios

Ruina, refiriéndose al estado de la casa en 2001, fue la palabra que más veces se oyó ayer en la sala de vistas, pronunciada por la totalidad de la docena de testigos que aportó la acusación. Profesores de historia como Jaume Botey y Desideri Díaz, experto en el patrimonio del barrio de Horta; arquitectos que han estudiado las patologías de la antigua leprosería y han supervisado las obras de rehabilitación, y líderes vecinales como Albert Recio, de la Coordinadora de Entidades del distrito de Nou Barris, y la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), Eva Fernández, fueron algunas de las personas que atestiguaron que la casa estaba abandonada y que los okupas han realizado importantes trabajos de rehabilitación.

Las obras, explicaron los testigos, afectan a casi todo el edificio, aunque los trabajos de mayor envergadura se han realizado en el tejado, las vigas del piso superior, las puertas y ventanas, y los bancales del entorno, algunos de los cuales se habían derrumbado con el paso del tiempo.

Por su parte, la Fundación del Hospital del Sant Pau -que integran la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y el arzobispado- alegó que el edificio nunca ha estado abandonado y aseguró que desde que cayó en desuso como leprosería, en 1961, han realizado algunas tareas de mantenimiento.

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El juicio continuará mañana con el pase de material videográfico y el juez, que ayer se mostró muy receptivo a las explicaciones de los testigos, decidirá si visita la masía para comprobar personalmente su estado.

Can Masdeu se ha convertido en uno de los símbolos del movimiento okupa de Barcelona, sobre todo después del intento frustrado de desalojo que se produjo en 2002, el cual se detuvo después de que sus habitantes permanecieran amarrados con cuerdas a su fachada durante tres días. Los ocupantes recurrieron contra la demanda de desahucio presentada por la propiedad, que el titular del Juzgado de Primera Instancia número 24 falló a su favor en febrero de este año.

Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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