El Síndic de Greuges critica las condiciones inhumanas que sufren los presos de la Modelo por la masificación

El síndic de greuges, Rafael Ribó, afirmó ayer que los presos que cumplen condena en el centro penitenciario Modelo viven en condiciones inhumanas a causa de la superpoblación de la cárcel. "Hay cinco o seis presos en celdas de 10 metros cuadrados", explicó Ribó después de visitar la prisión barcelonesa. La Modelo alberga actualmente a más 2.000 reclusos, aunque su capacidad máxima se cifra en 800.

El síndic señaló la necesidad de construir cárceles "más pequeñas, más cercanas a las poblaciones y mejor distribuidas por todo el territorio [catalán]" para evitar los problemas de masificación que, como en el caso de la Modelo, afectan a muchos centros de internamiento en Cataluña. Ribó cree que no es posible llevar a cabo las tareas de rehabilitación y reinserción de los presos en cárceles masificadas, donde a veces el número de internos duplica la capacidad del centro penitenciario.

Ribó aseguró que está preparando un informe sobre el sistema penitenciario catalán que "irá más allá" del plan de prisiones presentado por el Departamento de Justicia. Sin embargo, no aclaró en qué medida distará su propuesta de la presentada por el Gobierno autónomo. El plan del Ejecutivo de Pasqual Maragall prevé que en 2010 Cataluña disponga de 17 cárceles con una capacidad máxima de 750 reclusos, de las que 11 serán de cumplimiento de condena y seis de régimen abierto.

El síndic exige que Barcelona albergue alguno de estos centros de internamiento porque, entiende, "no estaría bien que la capital no compartiera esta responsabilidad social".

Según el secretario de Servicios Penitenciarios, Rehabilitación y Justicia Juvenil de la Generalitat, Albert Batlle, el Gobierno de Cataluña mantiene conversaciones con el Ayuntamiento de Barcelona con el objetivo de encontrar un lugar adecuado para la construccción de una cárcel de preventivos en la ciudad que, según lo previsto, se pondría en marcha en cuanto la Modelo dejara de funcionar. El emplazamiento donde deberá ubicarse este equipamiento aún no ha sido revelado, pero la tercera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Imma Mayol, afirmó a principios de este mes que la Zona Franca podría ser una buena opción.

La construcción de una prisión en la capital catalana es, precisamente, lo que el ex consejero de la Generalitat Artur Mas y el alcalde de Barcelona, Joan Clos, querían evitar con el acuerdo que firmaron en 2001, que tenía como gran objetivo dejar la ciudad libre de prisiones.

La ejecución de todas las obras necesarias para poner en práctica el plan de cárceles de la Generalitat supondrá una inversión de 450 millones de euros.