Garrido dice que al CJC le hubiera gustado dictaminar el Estatut

"Nos hubiera gustado dictaminarlo". La frase, referida al proyecto de reforma del Estatut d'Autonomía, habría pasado desapercibida de no ser porque quien la pronunció ayer por la mañana, en el solemne escenario del Saló de Corts del Palau de la Generalitat y ante un auditorio de notables que incluía al vicepresidente del Consell, Víctor Campos, y a representantes de las Cortes Valencianas y de otras instituciones de la Generalitat, fue precisamente Vicente Garrido, presidente del Consejo Jurídico Consultivo (CJC). No en vano, se trata del máximo responsable del órgano encargado de velar por la legalidad de las disposiciones y decisiones que emanan de Generalitat y de las leyes que se tramitan en las Cortes Valencianas. Garrido hizo este reproche tras presentar la memoria del CJC del año 2004, al que, en contra de lo habitual, no asistió el presidente de la Generalitat.

"Habría sido una satisfacción para el Consejo haberlo podido dictaminar [el proyecto de reforma], como ha ocurrido en otras comunidades autónomas, pero en todo caso hemos celebrado la reforma", dijo Garrido, quien explicó que en su comparecencia ante la ponencia de las Cortes encargada de estudiar la reforma estatutaria ofreció la experiencia del CJC "en materia de técnica normativa y en análisis de normas jurídicas" para "emitir un dictamen sobre el proyecto".