La cobertura de las vías de Sants por la llegada del AVE dará lugar a una rambla de 700 metros

La cobertura de las vías de Sants por la llegada del tren de alta velocidad (AVE) dará lugar a una rambla de 700 metros que arrancará a la altura de Riera Blanca y acabará en el acceso a la futura estación de Sants. No se soterran las vías como pedían los vecinos cuyas viviendas dan a las vías de la entrada sur de Barcelona, pero el efecto cajón que suponían las primeras propuestas de cobertura se ha mitigado. El proyecto de las obras de esa infraestructura se aprobará este mes y se calcula que su ejecución durará dos años, aunque el ritmo lo marcará el avance del túnel del AVE.

El ruido del paso de los trenes es constante en los edificios de viviendas que se asoman a la calle de Antoni de Capmany, en el barrio de Sants. El estrépito es mayor si se trata de los trenes de Renfe; en cambio, son menos ruidosos los convoyes del metro que paran en la estación de Mercat Nou. Ese ruido constante prácticamente desaparecerá cuando las vías queden tapadas. De las ocho que hay actualmente, dos serán suprimidas y otras dos se perforarán a más profundidad para los trenes de alta velocidad. Además se ganarán 700 metros para una rambla que unirá dos zonas habitadas que han estado siempre separadas por las vías salvo por el paso peatonal de Riera de Tena, que se ampliará para dar cabida a una calle con doble sentido de circulación.

El proyecto fue presentado ayer sobre el terreno por el alcalde de Barcelona, Joan Clos, que destacó que no se trata sólo de cubrir unas vías, sino de buscar soluciones para problemas urbanos y de calidad de vida de los residentes de esa parte de Sants, los cuales siempre han demandado el soterramiento de todas las vías y ven la solución actual como "un mal menor", en palabras de Josep Xarles, portavoz de la plataforma que se constituyó en Sants hace cinco años. La cobertura de ese tramo de vías comportará también la reforma de la estación de metro de Mercat Nou, la mejora de los pasos peatonales de la calle de Badal y la continuidad de la calle de Antoni de Capmany entre los lados este y oeste del barrio.

La plataforma de la cobertura de las vías tendrá dos alturas para salvar el gálibo distinto de las vías de Renfe y las del metro, éstas algo más bajas, según explicó el ingeniero Javier Rui-Wamba, uno de los autores del complejo proyecto de cobertura. El punto más alto del cajón tendrá entre 8 y 10 metros, y su impacto visual se suavizará, según el ingeniero,por el sistema de taludes y la vegetación que están previstos en la superficie. La distancia menor entre las rampas y los edificios de viviendas será de 17 metros, y la parte más ancha de más de 30. La cubierta se ajardinará y el cerramiento lateral será de hormigón armado prefabricado. Formará triángulos en los que se alternarán los cierres translúcidos y los transparentes. Para facilitar la transición entre la parte más alta y la más baja, se instalarán ascensores y escaleras mecánicas.

Las obras de infraestructura -la construcción del nuevo túnel del AVE y la supresión de dos vías actuales de Renfe- las realizará el consorcio del AVE y tienen un presupuesto de entre 18 y 20 millones de euros. La urbanización de la superficie la ejecutará la empresa municipal BIMSA, que invertirá entre 10 y 12 millones de euros.